¿Por qué? La crisis y la desconfianza hacia el ladrillo son la principal razón del cambio. "El único modelo financiable ahora es el cooperativo, pues garantiza en el origen una alta cobertura de ventas sobre el número total previsto de viviendas a edificar", explica Luis Ruano, presidente de la Unión Gallega de Cooperativas de Viviendas (Ugacovi). En su opinión, la fórmula para dar salida a menor coste y con ciertas garantías a la necesidad de nuevas viviendas "son las cooperativas, porque garantizan que la demanda existe realmente y han demostrado capacidad de autofinanciación".

Las promotoras se transforman en gestoras
Como el sector ve que por ahí hay una vía de crecimiento, muchas promotoras se han lanzado a gestionar cooperativas porque suponen menor inversión (la hacen los cooperativistas desde el principio) y menor riesgo, ya que la gestora se limita a administrar el proyecto y cobra por ello.

"La razón es que no se puede poner en marcha un proyecto sin la garantía de tener clientes, y sólo los puedes tener si agrupas a la gente que busca piso en una zona con unos mismos intereses, es decir, bajo la fórmula de cooperativa, que además te permite tener una vivienda más asequible y adaptada a tus necesidades", dicen desde la Confederación de Cooperativas de Viviendas de España, Concovi.

Miles de millones en suelo
El problema es que promotoras y bancos tienen millones de euros atrapados en suelos. Un activo de muy difícil salida que, además, va perdiendo valor a medida que se queda en los balances. Por eso muchos ven a las cooperativas como una oportunidad que puede dar actividad a las promotoras como gestoras o como suministradoras de suelo para los cooperativistas si rebajan sus precios. Los bancos, que han reducido drásticamente el crédito para la compra de viviendas, tienen según Concovi, una opción menos arriesgada de impagos si venden sus suelos con financiación a proyectos cooperativos "que ya tienen el comprador final asegurado que a la vez es socio".

Casi todo lo que se vende es en régimen de cooperativa
Mientras el stock empieza a reducirse en las principales ciudades españolas, en nuevos barrios en proyecto en Madrid, como Valdebebas, todo lo que se vende está en régimen de cooperativa. "El 92% de las promociones en marcha son de cooperativas", explica David Martínez Montero, gerente de la Junta de Compensación de Parque de Valdebebas, la gestora del nuevo barrio madrileño. Las cooperativas promueven no sólo vivienda de bajo precio, cada vez hay más promociones de lujo, con precios que se acercan en algunos casos al millón de euros.

Mayor control legal
Las cooperativas son conscientes de que ha habido fraudes en el pasado que han enturbiado su imagen, pero el sector está ahora más controlado que antes. La nueva Ley de Economía Sostenible y la de Economía Social han reforzado las garantías de estas sociedades. Así, la norma permite que las cooperativas puedan vender o alquilar a terceros no socios viviendas iniciadas con anterioridad al 30 de abril. Es una de las consecuencias de la crisis, que ha llevado a algunos socios a salirse de las cooperativas al no poder pagar las cuotas.