La transición ecológica y la energía barata y sostenible siguen siendo pilares fundamentales del Gobierno de coalición. Si bien durante esta nueva legislatura se han desplazado de esta temática hacia otros aspectos, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sigue a lo suyo. Teresa Ribera apostaba por recuperar la Comisión Nacional de la Energía y, este martes, el Consejo de Ministros ha dado comienzo al proceso con la aprobación del anteproyecto de ley para recuperar el regulador que se disolvió hace ya once años. Permitirá garantizar "precios competitivos para los consumidores y señales eficientes para la inversión", ha defendido en la rueda de prensa posterior. 

En 2013, el organismo cuyos objetivos eran velar por la competencia efectiva y la transparencia del mercado eléctrico se integró en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Ahora, el Ejecutivo cree necesaria su recuperación y su compatibilidad con la CNMC. La definición de “estructuras organizativas dedicadas y superespecializadas” es la justificación esbozada en el texto de creación, en el que se asegura que “difícilmente podrá cumplir un regulador energético” si estas tareas se mantienen integradas dentro de la CNMC.

El Gobierno quiere seguir apostando por una energía limpia y barata, huyendo de la dependencia energética que muestran otros países de Europa y elevando a España a la cabeza del mercado energético del continente. Para ello, apuesta por la creación una comisión con la que “se garantizará un mayor nivel de especialización del mismo en lo relativo a la materia energética, a la par que se apuntala su nivel de autonomía”.

Además, también se busca evitar tensionamientos del mercado y aumentos desmedidos de precios, poniendo el foco en las generadoras y comercializadoras con la “fiscalización de autoridades externas que realicen tareas de regulación y supervisión capaces de evitar potenciales fallos de mercado”. "En suma, la recuperación de la CNE de naturaleza independiente, con objetivos, funciones, estructura y con presupuesto propio, se antoja como una iniciativa fundamental para poder hacer frente a la bifurcación de las funciones de los reguladores energéticos", recoge la norma.

Ha pasado más de una década desde que, en 2013, el Gobierno de Mariano Rajoy acabó con la anterior CNE e integró sus funciones en la CNMC. Desde ese momento, nuevas fuentes de energía y una apuesta por las renovables han llegado a España, por lo que el nuevo regulador tendrá nuevas funciones en materias como los gases renovables o el hidrógeno verde, puntas de lanza del liderazgo a futuro que persigue España. "Incorpora nuevos vectores energéticos, ya no se trata solamente de electricidad, gas o hidrocarburos", ha destacado Ribera.

Así, el anteproyecto “propone la incorporación en las metodologías de retribución de redes la posibilidad de que haya incentivos a la calidad del servicio y consecución de los objetivos de descarbonización”. Además, este órgano tendrá la capacidad de “resolución de conflictos que le sean planteados por operadores económicos en los mercados de electricidad y gas”. Gran parte de los países europeos cuentan con reguladores de este tipo, aunque menos son los que están dotados con una capacidad sectorial. "Debe favorecer a la hora de tomar esas decisiones regulatorias ese objetivo común a nivel europeo de avanzar hacia la descarbonización", ha sentenciado la vicepresidenta.

Mitad de la energía renovable de cara a 2030

El pasado mes de noviembre, cuando todavía se encontraba ostentando la presidencia en funciones, Pedro Sánchez se comprometió a que la mitad de la de la energía de España sería renovable en 2030. El líder socialista adelantó en aquel momento el restablecimiento de la CNE, a la que consideró “clave para garantizar y mejorar el funcionamiento del sector energético y la diversificación de sus operadores”. Un día después de pronunciar estas palabras, Sánchez fue investido presidente por el Consejo de los Diputados y poco más de tres meses después ha cumplido con su pretensión.

A principios de este mes, Sánchez anunciaba seis nuevos proyectos dotados con 900 millones de euros que “si garantizan algo es nuestra autonomía energética y convierte a las renovables en un potente motor de industria y empleo”. El presidente sigue sacando músculo en materia energética mientras el país ha aumentado en un 40% la energía producida con renovables, “duplicando la media de crecimiento de las fuentes en la Unión Europea (UE)”.

Nuestro país es el segundo de Europa en capacidad renovable instalada y un líder global en transición energética. Uno de cada seis kilovatios (KW) de energía solar del continente se genera en España”, sentenciaba el pasado 6 de febrero, anticipando que nuevos pasos en esta dirección, como el que se ha dado este martes, llegarían.