La narrativa macroeconómica con mayor visibilidad, desde que el estallido de la guerra en Ucrania trajese consigo una inflación galopante, había sido que los fuertes aumentos en los precios estaban aumentando los costes para las empresas en los 20 países que integran la zona euro. Ante esta situación, el Banco Central Europeo (BCE) respondió incrementando los tipos de interés, a máximos históricos, con el objetivo de contener la demanda y así evitar subir salarios para sortear la temida “espiral inflacionista”.  

Sin embargo, fuentes pertenecientes al Consejo de Gobierno del BCE a las que tuvo acceso Reuters, afirmaron que los márgenes de ganancias de las empresas han aumentado en lugar de reducirse. Por lo tanto, en el propio órgano de gobierno del organismo internacional, ha empezado a hacerse latente que múltiples empresas europeas han estado elevando los precios por encima de sus costes, todo ello a expensas de los consumidores. Esto ha sido posible gracias al hecho de que la inflación alimentada por márgenes corporativos más altos tiene posibilidad de corregirse en cuanto las empresas frenen esos aumentos de precios para evitar perder participación de mercado. Un escenario, en principio, más controlable que el comportamiento de compra desatado por una subida de salarios.

Ahora, una nueva narrativa de inflación centrada en los márgenes puede suponer un balón de oxígeno para los miembros moderados del Consejo de Gobierno que no miran con buenos ojos nuevas subidas de tipos. Así, la próxima reunión de política monetaria del BCE el 16 de marzo, se antoja controvertida, ya que algunos de los presentes tendrán en mente esta realidad y otros recordarán que atravesamos el periodo en el que el banco prometió elevar las tasas a su nivel más alto desde el punto álgido de la crisis financiera en 2008.

Suben las ganancias mientras los salarios se contraen

Es evidente que esta nueva idea en torno a la inflación se está consolidando en la zona euro. Algunos países europeos, como Grecia, han presentado medidas para frenar la inflación en bienes esenciales, mientras que Francia y España debaten medidas similares.

Sin ir más lejos, las empresas de bienes de consumo de la zona euro, aumentaron los márgenes operativos a un promedio del 10,7 % el año pasado, un cuarto más que en 2019, antes de la pandemia mundial y la guerra en Ucrania, según muestran los datos de Refinitiv. Además, han sido las ganancias, en lugar de los costes laborales y los impuestos, el factor que ha representado la mayor parte de las presiones de los precios internos en la zona euro desde 2021, según datos de Eurostat.

De hecho, los salarios han estado creciendo mucho más lentamente que la inflación, lo que implica una caída del 5% en el nivel de vida del empleado medio en la zona euro en comparación con 2021, según los cálculos del propio BCE.

A pesar de que los salarios han empezado a acelerarse, y de que el Banco Central anticipa un aumento de casi el 5% en 2023 para los contratos firmados en el último trimestre de 2022, estas previsiones no llegan a compensar la caída masiva de los salarios reales durante el año pasado. Es más, si se compara con otras etapas complejas del pasado, se observa que, durante la última crisis de inflación en la década de 1970, casi el 70 % de la producción económica se destinó a los empleados y poco más del 20 % a las ganancias, según datos de Eurostat. Ahora, la participación laboral es del 56% y un tercio se destina a las ganancias empresariales.

Más País y Compromís recogen el guante contra las distribuidoras

En línea con el argumentario que empieza a coger fuerza en Europa, el líder de Más País, Íñigo Errejón, planteó este jueves en el Congreso que el Gobierno español hiciera públicos los márgenes de beneficio de empresas distribuidoras, con el objetivo de garantizar la "máxima transparencia" en la subida del precio de los alimentos. Concretamente, el diputado y portavoz de Más País se refirió al último dato del IPC adelantado, que escaló hasta un 6,1% pese a la rebaja del IVA aprobada en diciembre para alimentos básicos, pastas y aceites.

Así, Errejón aprovechó para apuntar en la rueda de prensa que existe una relación directa entre la inflación y los mayores márgenes en los beneficios empresariales. Un argumento que continuó el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, quien subrayó que las grandes distribuidoras ganaron el año pasado "mucho dinero" y "lo siguen ganando" en la actualidad.

Es más, Baldoví animó a las empresas del sector en España a emular la cesta de la compra a precio reducida acordada en Francia entre Gobierno y empresas. "Estaría bien que en una situación de emergencia imitaran a las distribuidoras francesas y redujeran sus márgenes", señaló. También se unió a Errejón al solicitar que el Gobierno español publique los márgenes de las grandes distribuidoras. "Sería muy pedagógico e instructivo y podría haber grandes sorpresas", concluyó.