La normativa europea es clara: España y Portugal deben ser sancionados por déficit excesivo. El pasado mes de mayo la Comisión se saltó su propia normativa y decidió no multar a España con 2.000 millones de euros porque en Bruselas se inclinaron por "no interferir" en el proceso electoral español. Así lo pidió Mariano Rajoy en una carta que envió al presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, en la que recordaba que los populismos avanzaban en Europa y en la que se comprometía a recortar lo que fuera necesario en la segunda mitad de este año. La decisión de posponer la multa a España cabreó a muchos socios europeos, especialmente a Alemania, cuyo ministro de finanzas Wolfang Schäuble, declaró públicamente que la Unión socavaba su propia credibilidad.

El truco del Ecofin

La Comisión Europea abre el expediente por déficit excesivo, puede recomendar una sanción, pero no puede sancionar. La multa la pone el Ecofin (el grupo de ministros de economía y finanzas de la zona euro). Es el Ecofin el que debe decidir si multa y cuando se multa. La última reunión del Ecofin antes de las vacaciones es este 12 de julio, pero depende de la Comisión Europea, de Juncker, que el procedimiento contra España se incluya en el orden del día de esa reunió o no.

Si no se incluye, ¡salvados hasta octubre! porque la próxima reunión será en septiembre en Eslovaquia, pero como además la reunión del Ecofin de septiembre es de las denominadas 'informales' y no puede tomar decisiones oficiales. En el Ecofin de septiembre, salvo catástrofe, los socios se ponen al día después de las vacaciones y e dibujan las previsiones para la recta final del año.

Opciones

Si sale adelante la maniobra de Juncker para no incluir el expediente en el Ecofin de julio y posponerlo hasta octubre, los ministros de Economía y Finanzas deben decidir si dan carpetazo al expediente o hay multa, que podría ascender hasta un 0,2% del PIB, unos 2.000 millones de euros y a la congelación de fondos estructurales.  Si hay multa España tendría 20 días para hacer alegaciones y conseguir que la Comisión rebaje la multa. 

España creció el año pasado por encima del 3%, no redujo el déficit hasta el 4,2% del PIB, el objetivo pactado con Bruselas. La desviación fue de casi nueve décimas, hasta el 5,08%. Bruselas reconoce que el esfuerzo de las administraciones públicas españolas en la Legislatura, pero la decisión de Mariano Rajoy de no contener deuda y bajar impuestos al empezar la precampaña a autonómicas y municipales, ha suscitado durísimas críticas entre los socios europeos.

Mientras hay países como Italia contrarios a la multa a España y Portugal, un buen número de socios europeos encabezados por Alemania considera que Europa se juega su credibilidad si no aplica la legislación. Por su parte el gobierno en funciones de Rajoy está convencido de que no habrá multa.