Las entidades de depósito españolas cerraron 1.476 oficinas durante la primera mitad de 2021, lo que equivale cerrar casi diez sucursales al día. Según los datos del Banco de España, la red de las 112 entidades de depósito españolas se situó al cierre de junio en 20.823 oficinas, su menor nivel desde el año 1977. De hecho se trata de un recorte de 789 oficinas en tres meses (-3,6%), de 1.476 oficinas desde que comenzó el año (-6,6%) y de 2.576 sucursales respecto al dato de junio de 2020 (-10,8%).

¿Por qué se produce el cierre de oficinas y sucursales?

Los ajustes tienen lugar en un contexto en el que las principales entidades bancarias están reestructurando su plantilla y su red de oficinas, como por ejemplo es el caso de Caixabank o de Unicaja, para ganar eficiencia y adaptarse a la nueva demanda de sus clientes, que cada vez utilizan más los canales digitales y acuden menos a las sucursales.

Por regiones, las comunidades autónomas en las que se cerró un mayor número de oficinas durante la primera mitad del año fueron Andalucía (259), Cataluña (227), Madrid (184) y Castilla y León (169). También se clausuraron 63 oficinas en País Vasco, 104 en Galicia, 26 en Asturias, 28 en Cantabria, 9 en La Rioja, 32 en Murcia, 112 en Valencia, 72 en Aragón, 7 en Castilla-La Mancha, 86 en Canarias, 26 en Navarra, 28 en Extremadura, 42 en Baleares y 2 en Ceuta y Melilla.

De hecho, en Galicia esta situación ha conducido a los vecinos de la Xunta en San Caetano, en Santiago de Compostela, a manifestarse por la clausura de las oficinas bancarias en la zona. La protesta, que ha sido convocada por CIG-Abanca -que justifica el cierre de oficinas en la digitalización acelerada-, solicita ayudas para favorecer la instalación y mantenimiento de cajeros automáticos, toda vez que, asegura la central nacionalista, esto se produce "en lugares donde Abanca cierra oficinas".