El Banco de España prevé una desaceleración económica que frene el ritmo de recuperación de España. Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística de la institución económico, asegura que la economía española se verá perjudicada por los “vientos en contra” que afectan a las perspectivas europeas y mundiales. La inflación, la incertidumbre, la crisis energética y el endurecimiento de las condiciones financieras son algunas de las causas que podrían frenar la senda de recuperación española.

En su intervención en el Swiss Bankers Executive Study Tour, Gavilán ha explicado que, a pesar de las buenas cifras turísticas de este verano, se observan algunos signos de debilitamiento de la actividad económica. Ejemplo de ello, el director general del Banco de España ha señalado el empleo y los indicadores de confianza, consumo y producción para visibilizar el debilitamiento que pronostica.

Sin embargo, Gavilán ha destacado los datos del segundo trimestre, con un crecimiento del PIB superior al previsto, impulsado por la reapertura de la economía. No obstante, ha reconocido que la inflación siguió sorprendiendo al alza y se extendió a toda la cesta de consumo. En este sentido, desde el Banco de España han anticipado que los altos niveles de inflación "persistirán durante más tiempo del previsto".

De acuerdo con las últimas previsiones publicadas en junio por el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos, el PIB crecerá un 4,1% en 2022 y un 2,8% en 2023, mientras que la inflación media anual se situará en el 7,2% en 2022 y en el 2,6% en 2023. Con todo, el Banco de España considera que esta evolución prevista del PIB permitirá que la economía española recupere el nivel de producto previo a la pandemia en la segunda mitad de 2023.

Subida de tipos

Sobre el impacto de las condiciones financieras más elevadas en las decisiones de los agentes económicos, Gavilán ha apuntado que en los préstamos para la compra de vivienda, la transmisión de los tipos de mercado más altos a los tipos de interés de los préstamos está siendo, hasta ahora, menor que en anteriores ciclos de subida de los tipos de interés.

De su lado, ha señalado que el flujo de nuevos préstamos al sector privado sigue siendo, hasta ahora, bastante estable; aunque ve "probable" que los tipos de interés más altos, la menor confianza y el aumento de los precios de la energía pesen sobre las decisiones de consumo e inversión de los hogares de cara al futuro. Lo mismo ocurre, según Gavilán, en el caso de las empresas, aunque sus indicadores de actividad y beneficios han mejorado sustancialmente una vez pasada la fase más aguda de la pandemia.