Los accidentes y enfermedades laborales son una lacra que cada año golpea a miles de trabajadores. El sufrimiento de los trabajadores no se reduce al ámbito físico y, como ha denunciado este martes UGT, el número de bajas laborales provocadas por problemas de salud mental es ya un 81,5% más alto que hace seis años (entre 2016 y 2022). En lo que va de 2023, el número de bajas derivadas de estos problemas asciende a las 451.646 y se espera que el cierre del año eleve la cifra al doble de las registradas en 2016.

Este martes se celebra el Día de la Salud Mental y pocas son las personalidades (políticas, empresariales, sociales) que han dejado la posibilidad de poner un pin más en la chaqueta. Sin embargo, la salud mental sigue siendo un estigma enorme en el seno de la mayoría de empresas y frenar la actividad laboral cuando psicológicamente no se puede más es un privilegio que disfrutan solo los mejor colocados. No puede ignorarse que la educación en materia de salud mental avanza, pero las condiciones laborales no lo hacen simultáneamente.

Muestra de ello es que, en comparación con el último año antes de la pandemia, el incremento de bajas laborales propiciadas por algún problema de salud mental se ha incrementado un 28,7%. Ya en 2021, la suma de días de baja por estas realidades supuso el 15% del total, siendo las mujeres y los jóvenes los que acumulan un mayor número de bajas por motivos de salud mental, de igual manera que sufren las mayores tasas de precariedad y temporalidad.

"No estamos bien en el trabajo: lo positivo es que empezamos a pedir ayuda, pero lo negativo es que cada vez la necesitamos más, sobre todo los menores de 25 años, entre los que las bajas por este motivo se han disparado un 91% desde 2019", recoge el informe publicado por el sindicato. La falta de psicólogos en la sanidad pública y la dejadez de las mutuas de accidentes privadas no ayudan a resolver la situación.

En la sanidad pública, meses de espera para poder acudir a una cita mensual de una hora. Entre las 18 mutuas privadas registradas tan solo se alcanzan 70 psicólogos y 16 psiquiatras para todo el territorio nacional (excluidas Ceuta y Melilla). "Hay provincias -y mutuas- que no gozan de ninguno de estos profesionales, lo que provoca, a su vez, que éste sea el tercer tipo de baja más larga (108 días de media), solo por detrás de los tumores y las enfermedades circulatorias", resalta UGT.

Condiciones precarias y falta de prevención

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha criticado que no exista “ningún tipo de prevención” procedente de las mutuas ni un tratamiento posterior. "Tenemos que introducir la salud mental en el ámbito de las relaciones laborales. Hay que introducir las patologías de salud mental (el estrés, la ansiedad, la depresión) como enfermedades profesionales", ha subrayado. No obstante, más allá de la prevención, lo cierto es que las condiciones de trabajo son uno de los principales detonantes de los problemas de salud mental.

"La vergüenza no es que tú tengas una enfermedad como consecuencia de la ansiedad, de que tengas una enfermedad como consecuencia de que no llegas a final de mes, de que tengas una enfermedad como consecuencia de que debes tener tres o cuatro trabajos. La vergüenza es quién te provoca la ansiedad y vivir en un país que no pone remedio a esa situación", ha aseverado Álvarez, señalando a los culpables y no a las víctimas que no aguantan más.

Se torna complejo mantener una buena salud mental mientras se vive con el miedo a ser despedido o se intenta sobrevivir cobrando 1.000 euros al mes. Estos problemas golpean también a los que ni siquiera encuentran trabajo, entre los que el riesgo de depresión es el doble que entre las personas empleadas, según señala el sindicato. Existe también una relación directa entre la ansiedad y el estrés y el pluriempleo y las horas extra.

Desgraciadamente, estas son prácticas muy habituales en España y, en 2022, se realizaron casi tres millones de horas extras no remuneradas. El robo a los trabajadores ascendió a los 45 millones de euros el pasado año. "Hablamos de horarios rígidos que complican la conciliación familiar y que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y en el bienestar de los trabajadores y también de sus familias”, concluye, a modo de resumen, UGT. “Si ponemos límites a los problemas de salud mental en el trabajo, ganamos todos".