Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) estiman que la aplicación del tipo mínimo del 15% sobre la base imponible de las grandes sociedades recaudará tan solo 260 millones al año, por debajo de los 700 millones anuales que se lograrían si el gravamen se exigiera sobre el resultado contable positivo, conforme a los cálculos del Observatorio Fiscal de la Unión Europea (UE). Esta medida ha sido recogida en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Los técnicos valoran esta decisión “inédita” en las últimas décadas como un primer paso. No obstante, la consideran “insuficiente” para reponer a medio plazo la recaudación perdida en los últimos 15 años en el Impuesto de Sociedades, ¿Por qué?
Se trata del único tributo estatal que no ha tenido aumentos impositivos desde entonces, a diferencia de las dos subidas del IRPF e IVA y de las subidas de los Impuestos especiales. Además, es el único impuesto que no ha recuperado la recaudación previa a la anterior crisis económica.
Desplome de la recaudación
Por otro lado, Gestha atribuye el desplome del 57,7% de la recaudación devengada del Impuesto sobre Sociedades a los grandes grupos empresariales, que han soportado un tipo efectivo del 6,6% en estos 15 años, 10 puntos menos que el resto de compañías, principalmente pymes, lo cual resulta extraño y desequilibrado.
No obstante, los técnicos confían en que esta medida se adapte a la decisión sobre la tributación mínima de las multinacionales que se acuerde en la reunión de la OCDE/G20 prevista para finales de este mes. De esta forma, se evitaría que al menos 45 multinacionales españolas tributen solo un 2,3% por un beneficio de 277.659 millones, lo que resulta en cierto modo vergonzoso respecto a las pymes.
En este contexto, Gestha reitera su petición al Gobierno para que trasponga la reciente Directiva de los Informes públicos de la tributación de las multinacionales País por País para que se exija en los ejercicios que se inicien a partir de enero de 2022, y las multinacionales tributen mejor. Los técnicos desvelan también que Irlanda, Países Bajos, Luxemburgo, Bélgica y Malta son los principales receptores de los beneficios de las multinacionales españolas.
Ante esta situación los técnicos del ministerio proponen a Hacienda vigilar el comportamiento de las multinacionales españolas en Suecia, Dinamarca, Finlandia, Chipre, Lituania, Eslovenia y Letonia, por dos razones: por sus bajos tipos efectivos y por el escaso número de trabajadores que desvelan altas rentabilidades por empleado.