El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha aclarado que el parón de los transportistas convocado días antes de Navidad es “una amenaza patronal” y no una huelga de trabajadores. El departamento de Mercancías del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) ha anunciado un cierre patronal que irá desde el 20 al 22 de diciembre, para denunciar el “estado de abandono por parte del Gobierno”.
Desde la patronal de transportistas aseguran que “se ha agotado la paciencia del sector” y critican la prohibición de realizar carga y descarga de camiones, la no incorporación de la Euroviñeta -el sistema de peajes comunitario para gravar el transporte pesado por carretera- y la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste de combustible.
Ante esto, el líder de UGT ha recalcado en una entrevista a ElPlural.com que es "una amenaza patronal”. “No es un paro sindical. Es un paro patronal que veremos a ver si se desarrolla y cómo se desarrolla”, asegura Álvarez, que llama a tratar el problema “sin amenazas, en la fase en la que estamos, y con mucha pedagogía”.
“En España queremos tener autovías que estén libres de peajes, pero en condiciones óptimas desde el punto de vista de seguridad. El estado de conservación de las autovías y autopistas de nuestro país se tiene que pagar. Se puede decir que no se pague a través de un peaje, sino con un impuesto general que paguen todos los ciudadanos. Es posible pero la tónica de la mayoría de los países de la Unión Europea no es esa”, explica el secretario general.
Equilibrio con el modelo europeo: "Lo que no quiero es que, dentro de cinco años, tengamos autovías y autopistas por las que no se pueda transitar"
Asimismo, aboga por equiparar la situación de las carreteras españolas al modelo predominante en la Unión Europea: “En España ya tenemos cierto desequilibrio. Si voy a Alemania o a Francia pago, pero si los alemanes o los franceses vienen aquí no lo hacen. Y no vienen solo por transporte, sino también por ocio o vacaciones. Es un debate que hay que tener con sosiego. Lo que no quiero es que, dentro de cinco años, tengamos autovías y autopistas por las que no se pueda transitar. O se toman medidas para fortalecer el presupuesto, por lo que hace referencia al mantenimiento de las vías, o llegaremos a eso”.
El secretario general lamenta esta situación, que terminará por afectar a los trabajadores del sector: “Eso irá en contra de las patronales del transporte, pero sobre todo en contra de los trabajadores. Afecta a los trabajadores y trabajadoras del transporte, que conducen camiones y que verán permanentemente mediatizada su seguridad, por la situación en que se encuentren las autovías. Es un debate que hay que hacer con cierta tranquilidad y sosiego”.
Con este panorama, el líder de UGT pide su participación en el debate sobre el futuro de los peajes en las autovías españolas: “Queremos estar en este debate, que no solo estén las patronales, las comunidades autónomas o los partidos políticos. Queremos hablar de cómo y quién va a dedicarse al mantenimiento de las autovías. Este es otro de los debates: en qué condiciones van a trabajar los empleados a los que las empresas adjudicatarias contraten para el mantenimiento de las vías”.
