Este miércoles 1 de septiembre es un día clave para la liberalización de los peajes en buena parte del territorio nacional. El 31 de agosto finalizan las concesiones en cinco tramos de vías rápidas. Siguiendo la tendencia de los últimos años, más de 500 kilómetros de las carreteras españolas pasarán a ser de circulación gratuita el miércoles, con diferencias según las comunidades autónomas.

La parte noreste del país será la más beneficiada de la liberalización que se pone en marcha este 1 de septiembre con el fin de los peajes en la AP-2 y la AP-7, gestionadas por Abertis. Estas autopistas unen las regiones de AragónCataluña y la Comunidad Valenciana.

Los tramos concretos que pasan a ser gratuitos son los que unen las localidades de Alfajarín (Zaragoza) y El Vendrell (Tarragona) en la AP-2 y que, por ende, unen también las comunidades autónomas de Aragón y Cataluña. Esta carretera, con 215 kilómetros de recorrido, cuenta con una circulación media de casi 10.000 vehículos diarios y un coste de peaje de 25,65 euros hasta el próximo 31 de agosto. Una cifra que desaparecerá hasta los cero euros el 1 de septiembre.

También desaparece el pago en los tramos de la AP-7 entre Tarragona y La Junquera (Gerona) y Montmeló y El Papiol, en la provincia de Barcelona. Ambas carreteras son muy concurridas para acercarse a la costa catalana. En este caso, el tramo Tarragona-La Junquera cuenta con 245 kilómetros por los que pasan a diario más de 47.000 vehículos.

Las carreteras pasarán a ser gestión del Gobierno

Abertis seguirá al frente de la concesión de ambas autopistas a corto plazo, aunque a partir de este miércoles pone fin al pago de peajes para circular por estas carreteras. Se trata de aproximadamente 460 kilómetros gratuitos nuevos que pasan a ser gestión del Gobierno, a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. A esta cifra hay que sumar otros 60 kilómetros procedentes de carreteras regionales catalanes.

A partir de este 1 de septiembre también pasan de ser autopistas de libre acceso dos vías bajo la gestión de la Generalitat de Cataluña. Son la C-32 y la C-33, en los tramos que unen Barcelona y Lloret de Mar (Gerona) y Barcelona y Montmeló, con alrededor de 60 kilómetros nuevos totalmente gratuitos. En total, 520 kilómetros que se convierten en gratuitos a partir del miércoles.

En los últimos dos años se han liberalizado algunos de los tramos más transcurridos del territorio nacional. Como es el caso de la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz, la AP-1 entre Burgos y Armiñón y la AP-7 entre Alicante y Tarragona. Hace apenas un mes, el Consejo de Ministros también aprobó la rebaja en los peajes de la AP-9 gallega, una medida que entró en vigor a finales de julio.