El Plan Vive de Isabel Díaz Ayuso continúa con su desarrollo normal pese a las múltiples críticas que ha recibido por su carácter excluyente. Este martes se abren las inscripciones para el último lote de 488 viviendas situadas en San Sebastián de los Reyes, distribuidas por su tamaño (de 44 a 76 m2) y su número de dormitorios (entre 1 y 3). De los casi 500 pisos, el más barato y pequeño tiene un coste de 821,72 euros al mes, montante resultante de sumar el arrendamiento (716,89 euros), los gastos de comunidad (68,46 euros) y el IBI (36,37 euros).

La Comunidad de Madrid es un casero exigente y carga al inquilino el Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI) y los gastos para mantener las pistas deportivas, el gimnasio, la piscina, el solárium, el portero 24 horas y otros servicios que la administración ha considerados indispensables para viviendas de alquiler asequible, pese a que estos disparan el precio final. La jugada para que el acceso a estos inmuebles solo esté al alcance de rentas muy por encima del umbral de necesidad o pobreza la completan los requisitos establecidos por el equipo autonómico.

Exclusión de salarios por debajo de los 30.000 euros

Así, para poder acceder al alquiler del piso más barato del Plan Vive de San Sebastián de los Reyes (821 euros) es necesario cobrar 2.350 euros limpios al mes, dado que el baremo por abajo lo establece la exigencia de “no destinar más del 35% de los ingresos netos anuales de la unidad de convivencia al pago de la renta total anual”. Así, el alquiler anual sería de 9.860,6 euros al año y para que este no supongo más de un 35% de los ingresos netos se deben percibir 28.173 euros limpios al año, cantidad que calculada en bruto (antes de impuestos), tal y como sucede con los salarios, es mucho mayor.

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Además, cabe destacar que el cálculo de los gastos sumados, realizado por la propia administración y compartido en su portal, es estimado a la baja, pudiendo llegar a elevar el coste del piso más barato hasta los 881 euros si los gastos se elevan algún mes hasta el máximo (topado en el 18% del total del alquiler), lo que a su vez elevaría el requisito de ingresos netos para el acceso. Un joven que quiera independizarse en un piso de un dormitorio, en el que deberá pagar como mínimo 821 euros, deberá ingresar más de 2.300 euros netos al mes.

Esto es aún más sangrante para los pisos de dos dormitorios y 58 m2 (1.000 euros al mes), para los que habría que ingresar 2.857 euros limpios al mes, o de tres dormitorios y 76 m2 (1287 euros), que exigen percibir 3.667 euros netos al mes. Así, una unidad familiar monoparental (madre o padre con uno o dos hijos), colectivo habitualmente golpeado, que quiera acceder a un piso de dos habitaciones deberá ingresar anualmente la cantidad mínima de 34.285,7 euros limpios, total que se eleva hasta los 44.133 euros para las tres habitaciones.

Acceso abierto para rentas de hasta 90.000 euros

“El parque de viviendas destinadas a alquiler a precios asequibles” vendido a bombo y platillo por la presidenta de la Comunidad de Madrid es más generoso por arriba y permite acceder a supuestas viviendas destinadas a quién no puede permitirse una renta a precio de mercado a unidades familiares con rentas que alcanzan hasta los 90.000 euros brutos al año. El límite para una o dos personas se ubica en los 78.750 euros, lo que significa que un ciudadano soltero que cobre 6.562 euros brutos al mes y quiera acceder al proceso de alquiler de cualquiera de estos inmuebles tiene abiertas las puestas de acceso a una Vivienda de Precio Limitado (VPPL) de San Sebastián de los Reyes.

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El requisito está establecido en las bases de la convocatoria, que recogen un límite máximo de 7,5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, conocido comúnmente como el IPREM. El límite mínimo es de 15.750 euros (1,5 veces el IPREM), pero este está falseado con el requisito de que el alquiler no supere el 35% de los ingresos netos anuales. Es decir, una persona con un salario por encima de los 6.000 euros anuales podría acceder a un inmueble del Plan Vive, pero una madre con un hijo que cobre 2.000 euros (por encima del salario medio español) no.

El límite máximo está establecido para unidades familiares de seis o más miembros que podrán ingresar como máxima 90.000 euros brutos al año. Este baremo se rebaja a los 89.488 para las unidades de cinco miembros, a los 84.677 para las de cuatro y a los 81.185 para las de tres. A todos estos parámetros preparados para sesgar el acceso a las clases trabajadoras más humildes hay que sumar que, en localidades como Alcorcón, el precio del Plan Vive está por encima del propio mercado.