La historia se repite. En el año 2000 encontrar una vivienda en alquiler era misión imposible en muchas ciudades españolas. La venta se imponía implacable. Y ahora, casi dos décadas después, son muchos los que afrontan el mismo problema.
La demanda de alquileres se ha multiplicado en los últimos años, pero en muchos municipios españoles la oferta es casi inexistente. Así lo demuestra un estudio publicado por Idealista, en el que se señala que “un total de 16 municipios de más de 50.000 habitantes tienen un parque de viviendas en alquiler disponible inferior a las 50 unidades”.
En la lista, hay, incluso, una capital de provincia, Huesca, ciudad en la que el pasado 20 de julio únicamente había 30 viviendas en alquiler.
También están incluidas en este listado, 4 localidades de Barcelona, Sant Boi de Llobregat, con 41 inmuebles, Viladecans, con 34, el Prat de Llobregat, con 17 y Mollet del Vallès, con 14.
En la Comunidad de Madrid hay dos municipios en los que la búsqueda de alquiler puede acabar con la paciencia más infinita. En Coslada, una ciudad de más de 80.000 habitantes, solo había hace una semana 41 anuncios, y en Arganda, pocos más, un total de 46.
En lo que respecta al resto de España, hay localidades de Andalucía, como Vélez-Málaga y Motril, y de Valencia, Sagunto y Elda, pero también de muchas otras comunidades autónomas.
A juicio de Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista, “el hecho de que municipios de tamaño considerable no cuenten con un parque de viviendas en alquiler suficiente puede resultar dañino para el futuro de esas localidades, ya que les resta dinamismo y posibilidades reales de crecimiento a medio plazo”. Este especialista advierte de que “los mercados centrados únicamente en las viviendas en propiedad dificultan la emancipación de los jóvenes, la llegada de nuevo de talento y suponen un lastre a la movilidad laboral de sus habitantes”.
