El regalo de suelo público a entidades privadas continúa siendo la tónica en Madrid. En esta ocasión, la empresa beneficiada ha sido una de las habituales: la Iglesia católica. En el último año, el Ayuntamiento de la capital ha cedido de forma gratuita cuatro parcelas públicas por valor de 5,5 millones de euros. Este martes, elDiario.es ha adelantado que el último de los regalos que se entregará al Arzobispado se encuentra en Valdebebas y finalmente no albergará el centro cultural que había prometido José Luis Martínez Almeida.

Los terrenos cedidos se sitúan en el cruce de la avenida Secundino Zuazo y la avenida Fraga Iribarne y cuentan con una extensión de 6.083,12 metros cuadrados. La parcela es pública y el acalde prometió construir un edificio que pudiese disfrutar todos los vecinos de la zona, incluido dentro del plan Madrid Capital 21. Almeida ha decidido incumplir su promesa y dejar el emplazamiento para el uso, disfrute y rentabilidad de la Iglesia, que pagará cero euros por un terreno valorado en 4.691.428,67 euros.

La Iglesia solicitó la concesión el 13 de enero para levantar un centro de culto religioso que funcione “como órgano para el impulso y desarrollo de la participación ciudadana en la gestión de los asuntos municipales”. Almeida no lo ha dudado y ha considerado más importante este cometido privado que la construcción de un centro cultural público al que pudiesen acudir todos los vecinos de la zona, independientemente de su confesión religiosa. Unos días más tarde, el 2 de febrero, el alcalde se plegó a los deseos del Arzobispado y cambió la ubicación del centro cultural a una parcela más pequeña.

La cesión durará 75 años, tiempo máximo permitido por la ley, y no tendrá ningún coste porque desde el consistorio aseguran que el concesionario (la Iglesia) no obtendrá una “utilidad económica”. La asignación se realizará a través de un concurso público en el que probablemente no exista competencia para la Iglesia católica, de igual manera que en las tres ocasiones anteriores, y la asignación sea automática. “Cubrir las necesidades culturales y pastorales de la Archidiócesis en este nuevo barrio” ha sido la justificación del Arzobispado, suficiente para el alcalde.

El último de los regalos es el más caro y grande de todos los realizados por el líder del consistorio, pero no el primero. En la anterior legislatura, el área de Desarrollo Urbano cedió durante el pasado año 8.800 metros cuadrados, repartidos en tres parcelas, a la Iglesia. Dos templos, uno en Aravaca y otro en el Ensanche de Vallecas, y un monasterio en Usera son las edificaciones en construcción. Su valor conjunto asciende hasta los 757.304,95 euros que, sumados al último terreno, rozan ya los 5,5 millones.

Múltiples cesiones y millones de euros regalados

El proceder de Ayuntamiento y Comunidad de Madrid no es nuevo y la Iglesia no es el único ente privado que lo disfruta. Hace menos de un mes, una artimaña de Almeida e Isabel Díaz Ayuso se resolvió con otro regalo a una entidad privada. Concretamente, el acalde entregó a la presidenta autonómica un terreno municipal ubicado en El Cañaveral. Acto seguido, la Consejería de Educación, Ciencias y Universidades hizo lo propio y dio luz verde a la construcción de un centro concertado, pese a que la líder del Partido Popular (PP) había prometido que el centro sería público.

El valor de este terreno supera los 18 millones de euros y su coste para el concesionario será de cero. En noviembre de 2022, hace un año, la presidenta de Madrid entregó otras dos parcelas públicas de forma gratuita a Gredos San Diego Sociedad Corporativa Madrileña (GSD) para la construcción de dos otros dos centros concertados en emplazamientos que sumaban conjuntamente un valor de casi 12 millones de euros.

Uno de ellos se ubica en el barrio de Valdefuentes, en el distrito de Hortaleza (Valdebebas), y el otro en el Ensanche de Vallecas; de más de 18.000 metros cuadrados y de 13.000 respectivamente. Valorados en 10.377.547,08 euros y 1.540.103,14 cada uno de ellos, se localizan en barrios donde todavía no se han finalizado las obras de centros de titularidad pública, algo que parece no importar a la Administración madrileña.

En tan solo el último año, esta serie de cesiones no solo ha tenido un coste muy elevado para las cuentas autonómicos, sino que ha dejado a los ciudadanos madrileños sin instalaciones públicas que poder disfrutar de forma gratuita. Enriquecimiento de una empresa mediante. Atendiendo a las cesiones citadas, el regalo a diferentes entidades privadas supera los 35 millones de euros.