En concreto un 3,692% de las acciones de la empresa energética. De esta forma, la presencia de ACS en la compañía eléctrica queda por debajo del 15%, en concreto, en el 14,85%, frente al máximo del 20,2% notificado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 3 de enero del año pasado.

Minusvalías causadas por la acelerada desinversión
De acuerdo al precio de venta notificado esta mañana a los mercados, de 3,62 euros por título, lo que supone un descuento del 7% respecto al cierre de ayer, ACS ha obtenido 798.275.594,4 euros por las 220.518.120 acciones de Iberdrola de las que se ha desprendido. Si se tiene en cuenta el precio medio de adquisición de los títulos de Iberdrola por parte de ACS -7,1 euros, según señaló con motivo de su última presentación de resultados, el pasado 1 de marzo-, las minusvalías brutas derivadas de esta acelerada desinversión ascenderían a 767.403.057,6 euros.

La constructora presidida por Florentino Pérez ha tenido que llevar a cabo urgentemente esta operación, que en el mercado ya se interpreta como el inicio de la definitiva salida de la constructora del accionariado de Iberdrola -hasta ahora tenía un 18,55%, tras el último scrip dividend llevado a cabo, en enero de este año, por la eléctrica-, forzado por las entidades financieras extranjeras a través de las cuales tenía ese porcentaje de títulos.

Los bancos amenazaban con ejecutar hoy mismo
En concreto, y tras la caída del valor bursátil de Iberdrola de los últimos días, que había situado el precio por acción por debajo de los 4 euros, UBS y Société Général habían amenazado a ACS con ejecutarle hoy mismo dicha participación si no ponía garantías adicionales o la colocaba en los mercados de inmediato.

Según ha reconocido hoy la propia ACS a la CNMV, el impacto directo que esta venta obligada tendrá en sus resultados de 2012 será enorme: 540 millones de euros -por ejemplo, el 56% del beneficio neto del grupo anunciado para 2011, que fue de 962 millones de euros (-26,7%)-. La única manera de compensarlo será obtener plusvalías a lo largo del año con la venta de otros activos considerados no estratégicos por cerca de 100.000 millones de pesetas.

Y todo esto sin tener en cuenta ni el coste de financiación de este porcentaje, adquirido a finales de 2010, ni las posibles garantías que haya tenido que poner ACS por el mismo a raíz de la caída del valor de las acciones de Iberdrola desde entonces. Cabe recordar, en este sentido, que el 3 de enero de 2011, cuando la constructora anunció que había llegado al 20,2%, los títulos de la eléctrica cotizaban a 5,76 euros, un 37% más que el precio de venta cerrado hoy.