El último informe publicado por el Banco de España expone que el aumento de los precios de algunos alimentos en España ha superado el 50% en comparación con los precios de enero de 2021, encareciendo nuestra cesta de la compra. Es el caso del aceite que, según el estudio, ha aumentado su precio un 56% con respecto a inicios del pasado año. Aunque en menor media, los huevos y lácteos también han sufrido una subida del 16%, de igual manera que los cereales (17%) y la carne (10%).
No obstante, en términos interanuales, el aumento varía. Si comparamos los precios con los de junio del pasado año nos encontramos que el aceite ha aumentado un 37% y los lácteos y huevos, la carne, los cereales y el café lo han hecho en torno a un 16%, 10%, 16% y 11% respectivamente. Estos datos se sitúan por encima del aumento de los precios de la zona euro, donde “el precio del aceite ha aumentado un 29% interanual, y los cereales y el café un 11%, mientras que lácteos, huevos y carne lo han hecho en torno a un 12%”.
| Alimentos con mayores aumentos | Subida de precios en comparación con enero de 2021 | Subida de precios interanual |
| Aceite | 56% | 37% |
| Huevos y lácteos | 16% | 16% |
| Cereales | 17% | 16% |
| Carne | 10% | 10% |
“La escalada de los precios de las materias primas alimenticias que se está produciendo a nivel global desde principios de 2021 está repercutiendo en los precios de consumo del área del euro y de España, y explica una parte importante del aumento de la inflación general en los últimos trimestres”, comienza el informe del Banco de España sobre El aumento de los precios de las materias primas alimenticias y su traslación a los precios de consumo en el área del euro.
De esta manera y, como exponen los datos, la escalada continuada de los precios de las materias primas alimenticias, que afecta desde principios de 2021 a todo el mundo, está trasladándose directamente a los precios de consumo de la zona euro y, dentro de ella, de España. Este informe constata que una parte importante del aumento de la inflación es consecuencia del aumento de los precios de las materias primas alimenticias. De acuerdo con la información más reciente, correspondiente a junio, la contribución de los alimentos a la tasa de inflación general en España fue de 2,9 puntos porcentuales.
Previsiones de futuro
El Banco de España asegura que “la evolución futura de los precios de los alimentos está sujeta a una elevada incertidumbre” y no se atreve a realizar una estimación concreta. No obstante, destacan que “las previsiones, tanto de instituciones como el Banco Mundial como de los mercados de futuros alimenticios, apuntan a una cierta tendencia a la baja en los próximos años”. El informe también recuerda que “la continuación del conflicto derivado de la invasión rusa de Ucrania seguiría ejerciendo presiones alcistas sobre estos precios, tanto directas como indirectas”.
Esto se debe a que estos países son importantes productores de materias primas alimenticias, como los cereales, y sus capacidades de producción y de exportación se encuentran significativamente limitadas. A esto hay que añadir que “el conflicto está afectando a los precios de la energía y de los fertilizantes, que son dos suministros cruciales en los procesos de producción de las actividades agrícolas”, según el organismo.
El informe concluye que, debido a la situación internacional, a la que se suman desarrollos climáticos adversos, algunos países han prohibido o impuesto restricciones a las exportaciones de algunas materias primas alimenticias, “lo que supone un tensionamiento adicional de las cadenas globales de suministro de los alimentos, con el potencial de generar aumentos adicionales muy persistentes de los precios internacionales”.
