La Unión General de Trabajadores señala que el aumento del salario mínimo de convenio a 1.000 euros en 2020, incluido en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado por las organizaciones sindicales y empresariales, va a beneficiar a dos millones de trabajadores a jornada completa y a 1,8 millones, aproximadamente, a jornada parcial. Por tanto, esta medida repercutirá positivamente en casi cuatro millones de trabajadores en nuestro país, lo que supone el 30% del total de personas asalariadas en el sector privado.

El sindicato destaca que los mayores beneficiarios serán las trabajadoras y trabajadores que desempeñan los puestos de trabajo peor pagados y los que más han sufrido la devaluación salarial desde 2009. Una medida que ayudará a reducir las bolsas de pobreza que la crisis y las políticas equivocadas aplicadas han generado en la clase trabajadora de nuestro país, además de disminuir las desigualdades y los niveles de exclusión social.

Además, UGT considera que este aumento de los salarios también va a tener una incidencia superior en las Comunidades Autónomas que concentran a las empleadas y empleados con peores sueldos, como son Andalucía, Murcia, Canarias, Extremadura, Galicia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. 

De esta forma, el aumento previsto del salario mínimo de convenio inducirá otros dos efectos positivos. El primero, ayudar a reducir las diferencias entre la capacidad de compra y la calidad de vida de la población de diferentes zonas, aumentando la cohesión territorial; e impulsar el crecimiento de aquellas Comunidades con un tejido industrial más débil y con menores niveles retributivos.

Por todo ello, los 1.000 euros de salario mínimo por convenio van a contribuir a que un tercio de las trabajadoras y trabajadores consigan disminuir sus niveles de pobreza, desigualdad y exclusión social; y a reducir las desigualdades interterritoriales, ya que las empleadas y empleados con salarios más bajos se encuentran en aquellas Comunidades Autónomas que poseen menor renta per cápita, aumentando sus salarios proporcionalmente más.