Medidas desesperadas
En los últimos meses, Intereconomía ha estado centrada en cuadrar sus cuentas. Para ello ha acometido varios expedientes de regulación de empleo dejando en la calle a más de 300 periodistas, ha eliminado de su parilla algunos de sus programas más populares como España en la Memoria o Más Vivir, e incluso ha recurrido a Federico Jiménez Losantos para intentar reflotar sus malos datos de audiencia.
La última idea de Ariza
Sin embargo, ninguno de estas decisiones ha evitado que Intereconomía siguiese acumulando perdidas y registrando niveles mínimos de audiencia. Ante la fuga constante de periodistas a canales de la competencia (como Antonio Jiménez a 13 TV o ‘Lobo’ Carrasco, Carmen Colino y Pedro Pablo San Martín al nuevo programa deportivo de Mediaset), la última ocurrencia de Ariza para intentar sobrevivir consiste en cambiar la imagen y la marca comercial de su televisión.
Sin cambios sustanciale
Al margen de la denominación, desde Intereconomía aseguran a ELPLURAL.COM que Ariza seguirá dirigiendo el canal de televisión y que no habrá ningún cambio sustancial en el conglomerado accionarial del grupo. Asimismo, se mantendrá en antena los programas El gato al agua y Punto Pelota, y se irán introduciendo paulatinamente nuevos espacios en su parrilla de programación.
Los consejos de Pérez, alias El Bigotes
En estas decisiones ha jugado un papel fundamental el nuevo director de líneas de Negocio de Intereconomía, Luis Sans (conocido entre los trabajadores del grupo como El Liquidador). Julio Ariza también cuenta con los consejos de Álvaro Pérez (alias El Bigotes). El imputado en el caso Gürtel y el hombre de la trama corrupta en la Comunidad Valenciana es oficialmente consultor del grupo. Aunque no está en nómina, El Bigotes percibe ingresos a raíz de las diferentes colaboraciones que realiza con asiduidad a la televisión de Intereconomía.
Periodistas que no cobra
Este hecho provoca indignación entre los trabajadores del canal, a quienes la dirección adeuda a día de hoy hasta un total de cinco nóminas. Asimismo, las noticias sobre un nuevo ERE que dejaría en la calle a otros 70 periodistas son seguidas con nerviosismo entre los trabajadores del canal, quienes han abandonado la sede del canal en el Paseo de la Castellana (ante la imposibilidad de Ariza de pagar el alquiler del inmueble) pasando a trabajar en el distrito de Chamberí y en la Ciudad de la Imagen, ubicada en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
La crisis de La Gaceta
Entre tanto, la evolución de La Gaceta, el periódico del Grupo Intereconomía, sigue siendo muy negativa. Con unos índices de difusión mínimos, el rotativo estrenará página web y diseño nuevo a mediados de este mes. Asimismo, centrará su distribución en Barcelona y en Madrid, dejando de venderse en múltiples Comunidades Autónomas. Es, según fuentes internas, la última oportunidad que el Grupo Intereconomía concederá un periódico que desde su nacimiento ha fracasado estrepitosamente.
