Hoy día la política es mucho más complicada, y, aunque formalmente estemos en una democracia y se nos infle la boca de gritarlo a los cuatro vientos la realidad es que no nos conformamos en nuestro país con tener tiranos, sino que aprobamos en las urnas tener auténticos dictadores, auténticas dictadoras. Un claro ejemplo es la presidenta de la comunidad de Madrid.

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