Después de la intensa jornada vivida el pasado miércoles en Barcelona tras las detenciones por parte de la Guardia Civil y las consecuentes protestas, la Ciudad Condal amaneció tranquila. Como esa especie de engañosa calma tras una fuerte marejada.

Puigdemont desaparecido; Junqueras protagonista

Bajo el manto de esta placidez se ha escondido Puigdemont, al menos de forma pública ya que ha difundido este miércoles a través de Twitter un enlace en el que los ciudadanos pueden consultar en qué colegio electoral podrán votar si el 1 de octubre el Govern consigue que se celebre el referéndum sobre la independencia. La no aparición del President ha servido para erigir la figura de Oriol Junqueras, que a primera hora era entrevistado en TV3. El arresto de políticos independentistas "ha alterado las condiciones del juego", según el vicepresidente de la Generalitat. Junqueras ha aprovechado su paso por el ente público para acusar al Gobierno de estar “castigando a todos los ciudadanos de este país y esto no tiene nada que ver con la independencia de Catalunya. Va mucho más allá". También ha aprovechado su paso para recordar el Estatut: "Si alguien alguna vez ha liquidado el Estatut, votado por el Parlament, las Cortes y el pueblo de Catalunya no hemos sido nosotros, sino el Tribunal Constitucional".

Después de jugar en casa, Junqueras ha pasado por los micrófonos de Al Rojo Vivo, donde ha calificado al referéndum como una cuestión moral y dividido el debate “entre personas que quieren hacer el bien y personas que lo impiden”. Sin embargo, no supo concretar si el dos de octubre sería proclamada la República catalana.  También ha añadido que "todos aquellos que claman para que la democracia no se pueda ejercer le están haciendo el camino fácil al PP", además de continuar afirmando que "si los ciudadanos de Cataluña ejercen el derecho al voto y la democracia triunfa es la mejor de las oportunidades de cambio para España".

Los universitarios toman la calle

Un millar de estudiantes, concentrados en el campus universitario de Bellaterra, perteneciente a la Universidad Autónoma de Barcelona, han marchado en bloque cortando la avenida Diagonal para protestar contra las detenciones de ayer y exigir la autodeterminación de Cataluña.

La juventud ha sido la protagonista absoluta en esta segunda jornada de protestas. Si el miércoles las reclamaciones se focalizaron en la consellería de Economía, este jueves el punto de encuentro ha sido el Palacio de Justicia, irónicamente presidido por el escudo del Estado español. Hasta allí han llegado los ríos de jóvenes estudiantes al grito de "Els carrers seran sempre nostres" (Las calles serán siempre nuestras). Poseídos por ese inagotable ímpetu post-adolescente, los estudiantes hacían suyas las calles de Barcelona y en concreto el paseo de Lluís Companys, vigilados por el Arco del Triunfo.

La imagen que sirve para ilustrar este día es la demostración de fuerza y organización de la juventud estudiantil, condenados a enfrentar el problema cuyos padres les dejan en herencia. 

Baño de masas de los políticos secesionistas

A lo largo de la jornada han ido desfilando las figuras políticas más importantes del proceso independentista, que a golpe de micrófono han conseguidor avivar a los presentes. Discursos de eurodiputados, miembros de la CUP,  ERC y Podemos. Han destacado el de Xavier Domenech, quien ha acusado al Partido Popular de suspender "el autogobierno de Cataluña", además de clamar que "el pueblo de Cataluña responderá con toda su diversidad y pluralidad como lo que ha sido siempre: un solo pueblo" y el de Albano Dante-Fachín, que ha puesto el dedo en la llaga del periodismo.

Los medios de comunicación españoles han sido duramente criticados por la inmensa mayoría de los manifestantes. "Prensa española, manipuladora", ha sido un mantra constantemente repetido a lo largo de la jornada. 

Continuarán las protestas de forma permanente

Frente al Palacio de Justicia y bajo un cielo de esteladas se han podido observar numerosos sacos de dormir. Un detalle que confirma la intención de los independentistas de perpetuar las protestas; al menos hasta que los detenidos sean liberados. Se reparte comida y agua por parte de los incontables voluntarios y las protestas continúan lideradas por una juventud incansable. Es fácil intuir que Barcelona es una ciudad sin sueño.