En los últimos años, la demografía de la soledad no deseada ha cambiado y ya no se asocia sólo a las personas mayores. El aislamiento de los jóvenes se ha convertido en una preocupación en todo el mundo occidental, en una sociedad marcada por la individualización de las relaciones y el debilitamiento de los vínculos comunitarios. Un estudio del Observatorio Social de la Fundación "la Caixa" ha podido constatar que los jóvenes en España están entre los menos aislados socialmente de la Unión Europea.

El aislamiento social de los jóvenes afecta a su salud mental y física, a su desarrollo social y emocional, y a su rendimiento académico o laboral. De ahí la importancia del estudio 'Las relaciones personales de los jóvenes con su entorno', un trabajo realizado por Joan Miquel Verd, Mireia Bolíbar y Joan Rodríguez-Soler, del Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball de la Universitat Autònoma de Barcelona, junto con Rita Gouveia, del Instituto de Ciências Sociais de la Universidad de Lisboa, publicado dentro del dosier 'Jóvenes, oportunidades y futuros'.

 En el estudio se han utilizado datos de la Encuesta Social Europea de 2020-2022, unos números pospandemia que nos proporcionan una esclarecedora imagen de la situación actual. "Nos hemos centrado en descubrir qué implica el aislamiento social objetivo: con quién se relacionan los jóvenes, y con qué frecuencia y qué factores influyen en que lo hagan más o menos", explica el profesor Joan Miquel Verd. Estas relaciones sociales pueden llegar a determinar el acceso de los jóvenes a recursos materiales —como, por ejemplo, el apoyo económico procedente de la familia—, afectar al desarrollo de su trayectoria vital y tener un fuerte impacto en su bienestar emocional.

La principal conclusión es que la sociabilidad de los jóvenes españoles es más rica que la media europea. Tienen un mayor número de relaciones personales fuertes e interactúan con amigos, compañeros o familia de forma ligeramente más frecuente. Uno de los datos más significativos es que están a la cabeza de la UE, por encima de Grecia y Portugal, en cuanto a proximidad afectiva con sus progenitores. Un 56,6 % declara sentirse extremadamente próximo a sus padres y un 70,6 % interacciona con ellos al menos una vez al día, frente al 37,9 % y el 49,2 % de la media europea, respectivamente.

El profesor destaca, asimismo, otros hallazgos como, por ejemplo, que factores de desigualdad como el hecho de ser mujer, no tener empleo o ser de origen extranjero agravan el aislamiento. Vivir en un hogar con alta vulnerabilidad económica, ser desempleado de larga duración y tener progenitores con una categoría ocupacional baja son las situaciones que más aislamiento social generan entre los jóvenes de la UE. En estos casos, los jóvenes españoles señalan diferencias de patrón. "Por ejemplo, las chicas están más aisladas que los chicos a escala europea, pero en España son los chicos los que están más aislados que las chicas, y no lo están tanto como la media europea. Además, los jóvenes españoles con los perfiles más vulnerables no están tan aislados como en el resto de la UE, excepto en el caso de las personas de origen extranjero", señala Verd.

En España, solo un 9,1 % de los jóvenes sufre cierto aislamiento social, respecto al 12,4 % de la media europea. Por lo tanto, la mayor sociabilidad de los jóvenes del sur de Europa y su mayor contacto con la familia amortiguan sutilmente el aislamiento y tienen efectos positivos en su salud mental.

Aunque la pandemia tuvo muchísimo impacto en la sociabilidad de los jóvenes, la tendencia a la baja entre los 18 y 35 años era algo que ya se venía observando. "Este proceso era algo que venía de antes de la pandemia e influye decisivamente en el aislamiento de las personas con menos recursos, que no tienen dinero ni para poder ir con sus amigos a tomar algo", subraya el experto.

Uno de los motivos que merma nuestra capacidad para las relaciones sociales ha sido el uso del móvil, pero Verd considera que se ha exagerado el impacto. "Una cosa es la adicción al móvil, que puede tener un carácter patológico, y otra que el uso del móvil genere aislamiento social", enfatiza. En su opinión, la digitalización ayuda a mantener las relaciones con los demás. "El problema surge cuando no la tienes y, además, estás desempleado, tienes pocos recursos económicos o eres inmigrante, porque, al tener una red menor o inexistente, corres el riesgo de pasarte todo el día en Internet construyendo una red ficticia de conexiones", subraya. 

La importancia de la familia

La proximidad afectiva a los progenitores se puede vincular con el modelo 'familista' de bienestar que existe en España. Esto quiere decir que la familia desempeña un papel muy importante en España y que incluso puede llegar a sustituir el papel que el Estado tiene en otros países. "Esa idea de que la familia va a ayudarte toda la vida es muy mediterránea", declara el experto. "En los países del sur de Europa no existen las prestaciones sociales para emanciparse, mantenerse y encontrar una vivienda que ofrece el Estado en los países del norte. Esto obliga a que ese apoyo lo tenga que prestar la familia".  

Sin embargo, no todas las familias pueden ofrecer ese tipo de recursos a sus hijos, lo que ahonda las desigualdades sociales de partida y provoca que los jóvenes más vulnerables tarden más en emanciparse. Según datos de Eurostat (2022), en España los jóvenes se emancipan de media a los 30,3 años, mientras que en el conjunto de la UE lo hacen a los 26,4 años. "Por muy bien que se lleven con sus padres, muchos de estos jóvenes desearían ser independientes y eso termina provocándoles malestar emocional", asegura Verd. 

El investigador reclama medidas que mejoren el capital social de los jóvenes. en este sentido, propone que se pongan a su disposición espacios gratuitos donde puedan organizar conciertos y otras actividades. Por otro lado, defiende el papel de los programas de acompañamiento, mentoría y dinamización de carácter colectivo, en especial para personas inmigrantes recién llegadas, ya que contribuyen a que estas personas puedan salir de su entorno y reducir su aislamiento.