CaixaResearch es la rama de la Fundación “la Caixa” que se ocupa de la investigación y la salud. Entre sus múltiples iniciativas, que incluyen la reciente creación del CaixaResearch Institute, organiza un ciclo de debates que tienen como objetivo difundir el trabajo de profesionales que reciben apoyo económico a través del Programa de Investigación, creado por la misma fundación. Se trata de un punto de encuentro entre la gente y los resultados de la investigación, las nuevas prácticas médicas y los retos actuales en salud y calidad de vida.

La nueva edición de este debate tendrá lugar el 27 de octubre a las 19:00, y estará centrada en la afectación de la dieta en el desarrollo de algunos tipos de cáncer. Hay que tener en cuenta que hasta un 18% de todos los casos de cáncer diagnosticado está relacionado con el exceso de peso corporal, la inactividad física, el consumo de alcohol o una nutrición deficiente, según el Código Europeo contra el Cáncer. En otras palabras, hasta un 18% de los cánceres podrían evitarse. A partir de esa premisa, las preguntas a responder en el debate serán muchas: ¿Comer menos grasa disminuye el riesgo de cáncer? ¿Puede la fibra en los alimentos reducir el riesgo de cáncer? Teniendo en cuenta las causas multifactoriales del cáncer, ¿en qué medida puede afectar cada una de ellas al desarrollo del cáncer?

Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE ISCIII) y directora científica del CIBERESP

Los estudios mencionados afirman que la dieta está relacionada directamente con la iniciación y el desarrollo de determinados tipos de tumores, entre los que se incluyen dos de los más comunes: el de colon y el de mama. Disminuir con la simple prevención el número de casos de cáncer es muy significativo, sobre todo si tenemos en cuenta que esta enfermedad es ya la segunda causa de muerte en el planeta, con casi 10 millones de defunciones anuales.

Marcos Malumbres, investigador principal del Grupo de División Celular y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y uno de los ponentes, afirma que la nutrición, al menos en la mayor parte de la población, “actúa como un factor modificador cuyo efecto no es visible hasta después de muchos años. Por otra parte, es muy difícil separar la nutrición de otros hábitos como el sedentarismo o la exposición a agentes tóxicos. Además, es muy complicado reproducir esos efectos en ensayos de laboratorio”. También hay que tener en cuenta que nutrición es un término demasiado amplio científicamente, añade Malumbres, que también explica que la carne del mismo animal, por ejemplo, “puede tener efectos muy diferenciados según se prepare, lo que haya comido el animal y cómo se le haya tratado con medicinas o químicos, y esto afecta a casi cualquier alimento”.

Por supuesto que el debate no se quedará en una mera exposición, sino que instruirá sobre qué tipos de alimentos pueden ser más beneficiosos y cuales, más perjudiciales. “En este sentido, el patrón de dieta mediterráneo parece ejercer un efecto protector frente a los tumores más frecuentes”, explica Marina Pollán, directora científica del CIBERESP y profesora de Investigación del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (CNE-ISCIII) y otra de las ponentes.