La Fundación “la Caixa”, mediante el programa Incorpora, ha facilitado más de 20 mil puestos  de trabajo a personas en situación de vulnerabilidad en el primer semestre del presente año. Si se compara con el mismo período del año anterior, la subida es de casi un 10%. Para lograr el objetivo se ha contado con la inestimable colaboración de casi 9 mil empresas. Además, se ha logrado impulsar 810 nuevos pequeños negocios, dirigidos estos por personas en riesgo de exclusión que han mostrado voluntad emprendedora.

A esto hay que sumar el trabajo de una red de técnicos que han ofrecido una atención personalizada esencial y un seguimiento continuado a casi 60 mil personas en situación vulnerable, entre las que se cuentan personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, víctimas de violencia de género, desempleados de larga duración o personas privadas de libertad, entre otras. Todo, de la mano de más de 400 entidades sociales. ¿Cómo se dividen las inserciones logradas? 10.998 han sido de mujeres, y 9.215, de hombres. De este total, 5.098 han sido de personas con alguna discapacidad, y 15.115, de personas en riesgo o situación de exclusión.

El programa Trabajando en Digital permite la adaptación a las nuevas tecnologías

Entre los desafíos más importantes ha tenido un papel preponderante la adaptación a la digitalización, cuya carencia puede suponer una barrera insalvable para la inclusión social, lo que redunda en un acentuamiento de las diferencias sociales. En este apartado, la Fundación “la Caixa” ha contado con la colaboración de la Fundación Accenture, junto con la que ha impulsado la formación “Trabajando en Digital”, en la que, en el primer semestre de 2022, han participado 6.195 personas. A partir de esa formación, las personas en situación de vulnerabilidad pueden acceder a profesiones que demandan conocimientos digitales, que abarcan las más variadas actividades, desde la hostelería hasta la logística. Dado que las diferencias de formación previa son grandes, se parte de lo más básico, para después llegar a lo más complejo. Esto incluye la familiarización con los smartphones para la búsqueda y el mantenimiento de un empleo; el conocimiento de las funcionalidades y posibilidades del correo electrónico, de las aplicaciones de mensajería instantánea y de las videollamadas; la concienciación sobre la huella digital y la gestión de la privacidad en redes sociales; los beneficios de la comunicación digital escrita y oral a través de ejercicios de rol, y la sensibilización sobre la transformación digital.

Todo este cocktail permite mejorar competencias como la flexibilidad, la capacidad de relación y el trabajo en equipo, y así aprovechar al máximo esta segunda oportunidad que les ofrece la vida.