Dos consejeros, el de Agricultura y el de Cultura, ambos de Vox, han defendido este martes en el Pleno de las Cortes de Castilla y León la subvención de 270.000 euros a la Fundación Toro de Lidia que, con esos fondos públicos, incluye entre sus actividades un taller para niñas y niños que se celebrará en Sahagún (León) la próxima semana y en el que se les enseña a fabricar banderillas y cómo clavárselas a los toros.

Los alegatos de la parte de extrema derecha del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco en defensa del taller en cuestión se han producido a consecuencia de dos preguntas realizadas por PSOE y Podemos en torno a si la Junta de Castilla y León considera adecuado patrocinar y “normalizar la violencia y el maltrato animal” entre los menores de edad de la comunidad autónoma.

“Es muy lógico que se celebren este tipo de talleres”

Mientras la procuradora socialista, Patricia Gómez Urbán, y el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, se esforzaban por buscar calificativos capaces de definir la iniciativa, acusando a Mañueco y sus socios de “no tener dinero para la gratuidad de los libros de texto ni para abrir los comedores escolares en verano”, pero sí para subvencionar la promoción del maltrato animal entre niños y niñas, los consejeros de Vox negaron que la Junta normalizara la violencia ni el maltrato de animales “en ningún ámbito”, o, al menos, eso aseguró el consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas.

El responsable de Cultura y Turismo, también de Vox, Gonzalo Santonja, sin embargo, afirmó que “es muy lógico” que la Fundación Toro de Lidia celebre este tipo de talleres, y que los niños y niñas asistan “con el permiso de sus padres”.

Denuncia del Defensor del Paciente

Los ‘alumnos aventajados’ de los gobiernos PP-Vox en España -en coalición en Castilla y León desde la primavera de 2022- han conseguido remover, con esta iniciativa, a la Asociación Defensor del Paciente, que ha presentado ante la Fiscalía Superior de Castilla y León una petición de investigación sobre el taller infantil de banderillas taurinas anunciado para el 23 de septiembre en Sahagún.

Gómez Urbán, que ha acusado a Mañueco de promover una “imagen casposa, rancia y anticuada” y ha recordado durante su intervención que esta actividad contraviene lo que dice el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, que aboga por proteger a los niños de la exposición a la visualización de la violencia.

La procuradora socialista añadió que “es curioso” que en Castilla y León “a algunos les hiere más que se cuelguen banderas que representan los derechos y libertades de amar a quien quieras, y no les hiera ni soliviante que se maltrate a animales”.

Veintiocho calificativos

En la misma línea se expresó durante su intervención el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, que utilizó veintiocho calificativos, “terrible, terrorífico, vomitivo, vergonzoso”, y otros veinticuatro, para acusar al Gobierno de Mañueco de “hacer apología del maltrato animal”, así como ser “unos bárbaros y unos salvajes” que “nos quieren retrotraer al Medievo”, dijo, haciendo “lo contrario” de lo que las instituciones internacionales señalan con respecto a los derechos de los niños.

“La educación pasa por enseñar a nuestros menores a no dañar a los animales, a cuidar a los animales, a respetar a los animales”, dijo, “¿le gustaría a usted, señor consejero, que le clavaran una banderilla?”.

Fernández insistió en que “la tortura no es cultura”, y auguró que “el día que sus gobiernos dejen de subvencionar el maltrato animal, las corridas de toros van a desaparecer, porque, por fortuna, nuestra sociedad ha evolucionado lo suficiente como para no disfrutar viendo cómo se tortura a un animal, cómo agoniza y cómo muere”.

A la intervención de Fernández respondió el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, en base al artículo 46 de la Constitución, que señala que los poderes públicos “garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico y cultural”, así como la Ley 18/2013 cuyo preámbulo recoge la Tauromaquia como parte de ese patrimonio histórico y cultural.

“Asisten los niños y niñas que quieren con permiso de sus padres; no de usted”, concluyó, “de sus padres”.