La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reventado este sábado la XXV Interparlamentaria del PP que se celebra en Toledo al emular a El Fary y acusar a Pedro Sánchez de ser “un hombre blandengue”.

Con estas jornadas que se celebran a lo largo de todo el fin de semana, el PP nacional pretendía acoger una serie de intervenciones y hasta seis mesas redondas que querían que estuviesen centradas en lo que de verdad "preocupa a los españoles" mostrando "otra forma de hacer política", con debates "serenos y reflexivos”. El PP de Feijó también quería visualizar en estas jornadas una apuesta por "el diálogo, la seriedad y la experiencia de gestión”, tal y como había comunicado al conjunto de sus barones.

Objetivos que han quedado en nada tras la intervención de Isabel Díaz Ayuso, que ha acaparado todos los titulares de prensa al insultar al presidente del Gobierno en una insólita intervención.

Y es que en su intervención en la XXV Interparlamentaria del PP, Ayuso ha utilizado su discurso para recurrir a la campaña del Ministerio que dirige Irene Montero con las declaraciones que el cantante El Fary realizó en 1984 en televisión en las que se refería al 'hombre blandengue'.

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha querido de este modo desacreditar la reciente campaña del Ministerio de Igualdad titulada 'El hombre blandengue' y ha resaltado que el "autoritario" jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, es el auténtico "hombre blandengue" porque no es capaz de "llenar de ilusión absolutamente nada en política", a pesar de que tiene "bajo su cuerda todas las instituciones" y "la propaganda”.

Según Igualdad, la iniciativa busca "poner en valor la gran evolución que se ha producido en la sociedad española en los últimos 40 años" y animar a los hombres "a seguir viviendo la masculinidad de una forma más comprometida, abierta y sana".

La intervención de El Fary tuvo lugar en 1984 en un programa de La 1. El cantante afirmó: “Siempre he detestado al hombre blandengue (…) También he podido analizar que la mujer tampoco admite al hombre blandengue. Además, la mujer es muy pícara (…) La mujer es granujilla y se aprovecha mucho del hombre blandengue. No sé si aprovecha o se aburre. Por eso digo que el hombre debe de estar en su sitio y la mujer en el suyo. Porque la mujer tiene esos derechos que yo respeto, y más tenía que tener, porque la mujer se lo merece todo. Pero el hombre nunca debe blandear (…) Al hombre blandengue le detesto. Ese hombre de la bolsa de la compra (…), y el carrito del niño con el coche y venga no sé que… Me parece bien, pero ya te digo que la mujer abusa mucho de la debilidad del hombre".