Pese a que durante el puente de la Constitución ningún ciudadano podía desplazarse fuera de su comunidad, una expedición de 19 personas conseguía esquivar por los pelos ser parado por la policía desde Calamonte (Badajoz) hasta el madrileño Aeropuerto de Barajas.

Allí tomaron un avión hasta Estambul con el objetivo de someterse a un implante de pelo, aprovechando el precio y el buen resultado del injerto pese al coste del viaje y el alojamiento.

A la vuelta, los 19 viajeros, entre los que se encontraban dos policías locales, han dado positivo provocando indignación y nerviosismo en la localidad.

La Junta de Extremadura ha informado hoy que en Calamonte se ha producido un brote aún activo con 29 casos y 250 contactos.

Por el momento se ha procedido al cierre del colegio San José, en el que estudian 500 alumnos, tras detectarse varios positivos en las últimas horas. También se ha procedido al cierre del centro de educación infantil.

Antes de proceder al cierre completo de la instalación educativa, dos aulas han permanecido aisladas. Pese a que uno de los alumnos era sobrino de hasta tres tíos que han viajado a Turquía, se creía que se trataba de dos brotes distintos. 

Según cuenta El Mundo, los miembros de la expedición no presentaron ningún síntoma, probablemente debido a que los antibióticos que se usan tras la intervención capilar habrían camuflado los síntomas.

Por ello, varias familias enteras podrían haber estado conviviendo durante aproximadamente una semana haciendo vida completamente normal sin saber que estaban contagiados.