Un brote de coronavirus en el Hospital Regional de Málaga afecta al menos a una decena de enfermeros de la UCI del centro hospitalario. El primer caso se notificó el pasado viernes y los positivos han ido sumándose paulatinamente a lo largo del fin de semana tras realizarse las pertinentes pruebas PCR. Debido a que hay varios sanitarios a la espera del resultado de la prueba, el número de contagiados puede elevarse en las próximas horas.
Estos profesionales confirmados, de los que nueve trabajaban con pacientes covid, ya se encuentran de baja y en aislamiento, y el hospital ha anunciado que hará un cribado masivo a todos los profesionales de la Unidad, que serían aproximadamente unos 250. También han aclarado, según informa Málaga hoy, que este brote no ha afectado a la actividad asistencial, ni a los pacientes ingresados. Según ha podido saber el medio citado anteriormente, se sospecha que el contagio se podría haber producido en la sala de enfermería, donde se suelen reunir para comer.
Respecto a esto, los profesionales aseguran que llevan meses comiendo juntos y nunca se han producido contagios, por lo que piden al hospital que haga un análisis del material de protección por si hubiera alguna partida defectuosa.
El aislamiento de estas personas que han dado positivo en coronavirus se suma a los que se encuentran en aislamiento por contacto con los positivos a la espera de resultados y de test, lo que afecta gravemente a la plantilla del hospital. Miguel Ángel Heredia, senador socialista por Málaga, ha denunciado la falta de controles más exhaustivos con los sanitarios y con el material de protección para detectar posibles lotes defectuosos. También ha criticado la falta de contratación de sanitarios por parte del Gobierno de la Junta de Andalucía liderado por Moreno Bonilla.
Heredia señala en declaraciones a ElPlural.com que, tal como le informan fuentes sanitarias, el contagio se sabía desde el viernes, pero no se lo han comunicado a los estudiantes en prácticas en el centro hospitalario hasta este lunes, lo que pone aún más en riesgo la salud pública.
Los profesionales también demandan que se hagan test semanalmente como en las residencias para detectar y aislar rápidamente a cualquier contagiado, tal como se hizo cuando volvieron de las últimas vacaciones y que no se ha vuelto a repetir.
