Dicen que la unión hace la fuerza, y eso han pensado en tres pequeños municipios, hermanos en el riesgo de despoblación, de tres comunidades autónomas: Castilla y León, Aragón y Navarra, que llaman a otros miles de núcleos de población en la misma situación en todo el país a sumarse a esta gran rebelión en miniatura.

"Culturural" nace, según lo definen, como "un proyecto diferente e innovador con el objetivo de impulsar el turismo" en esos tres enclaves con necesidades parecidas:  Urriés, en Zaragoza, Burgui, en Navarra y Sarnago, en Soria, han decidido "compartir la energía, el trabajo y el esfuerzo que nos ha caracterizado durante muchos años a estos tres pueblos luchadores y, desde la diversidad de pertenecer a ámbitos tan distintos, nos unimos con el fin de ser más fuertes y poder hacer cosas conjuntamente", explican.

Después de varias reuniones, que comenzaron en enero, con debates, propuestas y “lluvia de ideas", han dado el paso de presentar su proyecto a la convocatoria de los fondos Next Generation de Ayudas del Programa Experiencias Turismo España, integrando características de Turismo rural España, Turismo de eventos España, Turismo cultural España y Turismo Naturaleza España.

Se trata de una agrupación formada por cuatro entidades rurales (Ayuntamiento de Urriés, Colectivo Cultural La Kukula, de Burgui, Asociación Cultural Regín de Urriés y Asociación Cultural Amigos de Sarnago) que luchan contra la despoblación usando como herramienta la cultura, y ahora pretenden escalar juntos sus logros locales para apoyar el desarrollo sostenible de sus pueblos, sumando la inteligencia colectiva, compartiendo lo que saben, para ser cada vez más en los "pueblos de la rebelión".

Así, proponen desarrollar una nueva tipología de Experiencias España bajo el lema "El Turismo, Cultura Rural España", y solicitan 601.000 euros de los fondos europeos para crear una infraestructura competitiva de apoyo a entidades de turismo cultural, ubicadas en poblaciones menores de 3.000 habitantes.

Eso sí, necesitan desarrollar infraestructuras, herramientas y servicios que les ayuden a mejorar las condiciones para atraer y retener población y talento y para crear empleo sostenible.

Entre esas infraestructuras, señalan, por ejemplo, la Oficina Rural de Innovación y Creatividad (ORIC), una plataforma Digital de Destinos Culturales Rurales y un plan de Comunicación y Difusión integral que les ayuden a explotar la cultura como herramienta transformadora y motor de crecimiento sostenible en estos pueblos despoblados y que, además, "empodere y dé visibilidad al turismo rural".

Afirman que "Culturural" impacta en la lucha contra la despoblación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS y, además, tiene como objetivo desarrollar tres experiencias basadas en los casos de éxito desarrollados por las tres entidades, en un formato de producto turístico ODS, combinando elementos materiales e inmateriales, naturaleza, emprendimiento rural solidario, cultural y actividades locales únicas, que generen en el usuario "una experiencia turística emocional, solidaria y de hermanamiento cultural".

Cada una de esas tres experiencias tiene un cerebro y un germen: así, Turismo Rural Solidario pretende ser una red de turismo social de rehabilitación rural participativa  basada en la experiencia y resultados de Sarnago (Soria), mientras que el Turismo de Festivales Rurales, red de turismo de inmersión cultural y festiva, nace de los resultados conseguidos en Urriés, (Zaragoza), y el Turismo de Legado Rural, red de turismo didáctico de antiguas formas de vida y de trabajo, surge a raíz de la experiencia de Burgui, (Navarra).

Salir del bucle de la despoblación

"Se trata de salir del bucle de la despoblación, gracias a innovadores 'de hecho', no 'de boquilla', con una urgencia compartida, con el hilo conductor de un largo recorrido en desarrollar iniciativas de éxito", explica la consultora de innovación rural que ha puesto sobre el papel la propuesta para acceder a los fondos de la UE, Pilar Saura.

Pilar, que ha presentado a los Next Generation una memoria de 60 páginas en la que se lleva trabajando desde enero, contactó con el alcalde de Urriés, en Zaragoza, un municipio de 51 habitantes, al conocer sus iniciativas, y terminó por trasladarse desde Madrid a ese pequeño núcleo rural, donde reside, para "trabajar sobre el terreno".

A través del alcalde, Armando Soria, (un "innovador en serie", lo define ella, en un pueblecito en el que hay cinco asociaciones, "también asociativo en serie"), que había conocido a José María Carrascosa, de Sarnago, en la Feria Presura que se celebra anualmente en la capital soriana, se puso también en contacto con Iñaki Ayerra, de La Kukula, en Burgui, que se dedica a la recuperación del patrimonio histórico de esa villa navarra. Entre los tres suman 70 años de experiencias entre premios y reconocimientos, pero "es imposible que en solitario puedan competir", lamenta Pilar.

"Esperamos ser capaces de demostrar que con tan -aparentemente- poco dinero, 600.000 euros, una cantidad mínima en un montante millonario que llega de Europa, en un entorno rural, se puede hacer tanto si se comparten recursos desde la cercanía", subraya Saura. "Y a veces, las instituciones no son capaces de encontrar municipios que son de su padre y de su madre, pero tienen un hilo conductor común y se han puesto de acuerdo, algo que, para empezar, ya es ejemplar", dice.

La idea era "darle la vuelta a la convocatoria, porque si no se tienen infraestructuras no se puede sumar, y en este caso, la plataforma digital pretende aunar turismo rural, natural, histórico, y turismo cultural, y puede ser un incentivo para otras muchas entidades locales y asociativas, que ahora son cuatro, pero pueden ser muchas más".

El proyecto, además, necesita una oficina que pueda gestionar el presupuesto y un plan de comunicación que permita que "no sólo se entere tu vecino de al lado".

En definitiva, concluye Pilar, "le hemos puesto nombre a lo que ya existía, a lo que ya se estaba haciendo, porque lo que llamamos 'turismo solidario', era turismo solidario, gente que se iba a Sarnago a ayudar a poner piedras, y lo que queremos es intentar exportarlo, y que todo lo que se hace en estos y otros pequeños pueblos pueda ser un paquete a incluir en guías turísticas".

Darle vueltas al problema de la despoblación

"Nos reconocimos con muchas ganas de hacer, y no parábamos de darle vueltas al problema de la despoblación", dice el alcalde de Urriés, Armando Soria, entre risas cuando se le apunta que con ese apellido, ya estaba hermanado con la Feria Presura, que se celebra en esa provincia, y donde conoció a José María Carrascosa, de la Asociación Amigos de Sarnago, también soriana.

La despoblación, continúa, "no es un tema numérico, sino de orgullo rural, así que José Mari y yo empezamos a pensar en cómo expandirnos, y de ahí llegamos a Iñaki, de Burgui, un municipio de 190 habitantes a 65 kilómetros de Urriés, en el Pirineo Navarro, que juega en otra liga", explica Armando, porque celebra cada año el Día de la Almadía, una de las tradiciones populares más concurridas de Navarra, Fiesta de Interés Turístico Nacional, que consiste en el descenso de varias almadías por el río Eska durante un recorrido que termina en el puente medieval de Burgui tras el salto de la presa.

Urriés tampoco se queda atrás. El 24 de junio se ponen en marcha, un año más, durante tres días, las VI Jornadas Culturales de Urriés, que este año se dedican al Renacimiento. "En un pueblo de 51 habitantes, que ha doblado su población desde 2015 y por primera vez tiene 7 niños, esos días te puedes encontrar por la calle a 300 personas vestidas de aquella época que participan en tres días de fiesta", señala.

La fiesta consiguió en 2020 el premio de la Feria Internacional de Turismo, FITUR, al Mejor Producto de Turismo Activo nacional, compitiendo con grandes empresas de ese espectro.

"Las diferencias entre Urriés, Sarnago y Burgui y la mayoría de los municipios de su tamaño en riesgo de despoblación es su iniciativa", termina el alcalde, "pero hay que tener un relato que nos una para crecer, para ponernos en el mapa, y que cuando haya emprendedores que se planteen venir a un pueblo como los nuestros, que sepan que ahí se les cuida, que hay caldo de cultivo".