Fue el artífice del adelanto electoral y ha sido el encargado de dar la cara esta noche tras una victoria agridulce, con más pompa que pragmatismo. El secretario general del PP y número dos de Pablo Casado, Teodoro García Egea, se ha dirigido a los medios de comunicación minutos más tarde de que lo hiciera Alfonso Fernández Mañueco: “El PP ha ganado las elecciones en Castilla y León. Mañueco es el candidato más votado y nos hemos convertido en la fuerza más votada. Estas son las elecciones de la misión cumplida para el PP, ya que sumamos más votos que PSOE y UP juntos”, ha expresado Egea.

Vistos los resultados, midiendo el antes y el después, la pregunta que sobrevolaba en Génova mientras se atendía al análisis curiosamente triunfalista de García Egea no era otra que conocer si había merecido la pena este adelanto: “Nos vimos obligados a convocar un adelanto electoral porque Pedro Sánchez podría intentar una nueva moción de censura con Ciudadanos, tal y como intentaron en Murcia, Madrid y en la propia Castilla y León”, ha indicado Egea, que no ha escondido su alegría por la práctica desaparición de los naranjas –solo han conseguido mantener un procurador-, a quienes ha acusado de entregarse a los postulados del presidente del Gobierno en todas las zonas del mapa nacional.

Menos tajante ha sido Egea con el camino que queda por andar. Sabedor de que en la política de pactos estará lo verdaderamente importante, y después de que Génova filtrase que preferiría convocar elecciones que introducir a Vox en el Gobierno, el secretario general de los populares ha preferido esquivar las preguntas directas al respecto, hacer suyas las palabras de Mañueco (“quiero un Gobierno del PP”) y limitarse a expresar que es el momento de abrir la ronda de negociación “con todos los partidos”.

Un ofrecimiento de pactos transversales que, sin embargo, choca de frente con lo expuesto este mismo domingo, con los votos en la mano, por sus homólogos en Vox: “Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo”, ha expresado el propio Santiago Abascal, líder nacional de la estructura, para sentenciar que tras obtener 13 escaños en unas elecciones históricas para su plataforma “Vox tiene el derecho de formar parte del Gobierno”. “Claro que Juan García-Gallardo será vicepresidente”, ha proseguido, en respuestas a la prensa, el portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros.

Palabras, las de Vox, a las que Egea no ha querido hacer alusión, tildando las preguntas de los periodistas presentes en la sala de Génova de “comodín” del presidente Sánchez: “A Pedro Sánchez le interesa que hablemos sobre cuestiones como los pactos, pero queremos hablar de lo importante. Quien hable de los políticos en vez de los ciudadanos se estará equivocando. Ningún tema va a tapar que hace tres años el PSOE ganó en Madrid y en Castilla y León y ahora ha perdido en las dos. Esta es la noche que peor va a dormir Pedro Sánchez. Lo que le ha ocurrido a Tudanca le ocurrirá a él”.

Una obsesión por Pedro Sánchez, con la que Egea trata de reproducir mediante un efecto espejo lo sucedido en las citas con las urnas a nivel autonómico con el resultado a nivel general, en la que el popular ha querido detenerse largo y tendido, denunciando unas presuntas “trampas” realizadas en campaña: “A pesar de todas las trampas que hemos sufrido, como el CIS de Tezanos, el electoralismo de los fondos europeos o el PERTE anunciado por el Gobierno aprobado con fines partidistas, el PP ha resistido porque aquí está el equipo que va a dar esperanza a los españoles, liderado por Pablo Casado”.