"Le rogamos que cumpla la normativa", le ha pedido la responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid, Alejandra Bláquez, al ministro cuando este intentaba seguir al resto de autoridades.

— "El ministro de España tiene que subir", ha contestado el jefe de protocolo de Bolaños.

— "Estáis incumpliendo el decreto de protocolo", añadía otra persona del equipo del ministro.

— "La representación institucional está perfectamente establecida con una ministra de España, estamos cumpliendo toda la normativa con respecto a la representación institucional, le ha contestado la empleada de la Comunidad. Si hubiera 23 ministros aquí, no subirían los 23 ministros", contestaba tajante la responsable de protocolo en Sol.

Es el extracto del apenas minuto y veinte de conversación que no se ha visto ante las cámaras de televisión sobre una de las noticias del día: la negativa del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso para que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, accediera a la tribuna de autoridades. La imagen contrastaba debido a que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en virtud del jefe de la oposición, compartía codo con la presidenta regional y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

El debate sobre si Feijóo debía o no subir al lugar de honor para seguir la parada militar se convertió en la comidilla del evento. El Gobierno insiste en que se ha incumplido el Real Decreto 2099/1983, en el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, al no dejar a un ministro del Gobierno de España subir al estrado. De hecho, insisten en que en 2018 no hubo ningún problema para que dos ministros coincidieran en la misma tarima como ocurrió con María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santa María, del PP. Sin embargo, la norma lleva causando debate dos años, cuando en 2020 el entonces líder del PP, Pablo Casado, era coprotagonista con Ayuso de los actos. 

Solo existe por ley en Cataluña, pero está recogido en el BOE

El Real Decreto 2099/1983 establece cómo deben ser los actos protocolarios. Quién prevalece sobre quién y cómo deben desarrollarse conforme al protocolo. En su artículo 10, indica en el puesto número 15 el lugar del “Jefe de la Oposición”. Sin embargo, únicamente tiene carácter protocolario. De hecho, y con el protocolo en la mano, tendría que haber sido Bolaños y no Robles el que ocupara el lugar en la tribuna. Los ministros del Gobierno tienen un lugar en el número 11 y se establece que deben ser colocados "según su orden". El Ministerio de Presidencia está por encima del Ministerio de Defensa.

En cuanto a las autonomías, solo Cataluña tiene regulado el cargo de Jefe de la Oposición en su reglamento (art. 77 del Reglamento del Parlament). El Partido Popular propuso también institucionalizar esta figura en Galicia. El propio Feijóo llevaba la idea en su programa electoral para los comicios de 2012, pero finalmente esta reforma no se llevó a cabo.

En 2021 Ayuso escondió al jefe de la oposición

En 2020 la Comunidad de Madrid hizo alarde de ese Real Decreto para dar más protagonismo a Casado que a Ignacio Aguado, por entonces vicepresidente de la región. 

Sin embargo, 365 días después, en 2021, Pablo Casado desaparecía del primer plano de las fotografías. Esta vez, Isabel Díaz Ayuso adquiría todo el protagonismo a tres días de las elecciones de 2021 y escondía a su ‘jefe’ como lo hacía durante la práctica totalidad de la campaña, en la que el líder conservador aparecía con cuentagotas.

En los primeros coletazos de la campaña de 2021, desde el equipo de Ayuso transmitieron a Génova que no iban a aceptar ningún tipo de tutelaje y hacían y deshacían a su antojo. Tanto es así que, al contrario que su compañera en la derecha, Rocío Monasterio, el rostro del presidente de su partido apenas se veía en los actos de campaña del Partido Popular.

Pablo Casado en el 2 de mayo de 2021. EP.

Sin subir a la escalinata

El ministro de la Presidencia ha sido 'colocado' en un lugar destacado, para que pudiera presenciar el desfile cívico-militar que se ha desarrollado en la madrileña Puerta del Sol, pero se le ha impedido acceder a ese espacio en el que, sin embargo sí ha tenido un lugar predominante Alberto Núñez Feijóo. 

La presencia del líder de los populares no ha sido entendida por muchos, por lo que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha tratado de justificarla amparándose en un decreto sobre el orden de protocolo en el que se contempla la figura del “jefe de la oposición”. No obstante, ese mismo texto da preferencia a los ministros y cabe destacar, que según la estructura del Ejecutivo, sería Bolaños el que estaría por delante de Robles.

Desde el Partido Socialista han indicado que lo ocurrido es "de una gravedad pocas veces vista en un acto institucional en nuestro país". "Impedir a un ministro del Gobierno de España el acceso a la tribuna de autoridades, ejerciendo la fuerza física para ello, cruza todas las líneas rojas del respeto institucional y el sentido común", han lamentado, recordando, además, que la Comunidad de Madrid incumple el Real Decreto 2099/1983, en el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado. 

Para los socialistas "la presidenta regional mantiene una estrategia de polarización de la sociedad desde hace años", algo de lo que ya está cansada la ciudadanía. "La sociedad madrileña está cansada de las salidas de tono, los exabruptos y el conflicto diario en el que mantiene la Sra. Díaz Ayuso al gobierno madrileño con cualquier administración que no sea de su color político", han destacado. 

En este sentido, el PSOE ha criticado que el Ejecutivo autonómico haya utilizado un día de celebración para los madrileños "para sus intereses políticos partidistas haciendo del conflicto su bandera, y de Madrid su catapulta para aparecer en medios de comunicación de ámbito nacional". 

Cuestionado sobre lo ocurrido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha defendido que "es una cuestión de protocolos". "Si el ministro se quiere saltar el protocolo, aquí el protocolo se respeta", ha exclamado.