“El PP lleva años alimentando un monstruo en la Región de Murcia, el de la ultraderecha, y en los últimos días se han visto las terribles consecuencias”. Con esta contundente afirmación, la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional, Carmina Fernández, ha responsabilizado directamente al Partido Popular de haber creado el clima de odio que, a juicio del PSOE, desembocó en los disturbios xenófobos registrados en el municipio de Torre Pacheco.

Según Fernández, lo ocurrido no es un hecho aislado ni una reacción espontánea, sino el resultado de una estrategia política que, con la connivencia del PP, ha normalizado discursos de extrema derecha. “Asumir las políticas y discursos de la ultraderecha conduce a la fractura social, al odio y a la violencia, y eso es lo que ha hecho el PP criminalizando a niños y menores migrantes identificándolos con problemas y delincuencia”, ha denunciado.

Los altercados comenzaron tras la agresión a un vecino de 68 años en el barrio de San Antonio, supuestamente a manos de jóvenes de origen magrebí. A partir de ahí, grupos de ultraderecha utilizaron redes sociales para convocar concentraciones que degeneraron en intentos de “cacerías” contra migrantes. Varios manifestantes atacaron viviendas de familias extranjeras mientras crecían los mensajes de odio por parte de dirigentes ultras. La tensión obligó a desplegar más de un centenar de agentes de la Guardia Civil y la Fiscalía de delitos de odio abrió una investigación, incluso contra el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, por declaraciones que vinculan migración con delincuencia.

En respuesta, el Ministerio de Juventud e Infancia convocó una reunión extraordinaria para coordinar actuaciones ante el repunte de incidentes, pero la Región de Murcia, junto con otras comunidades gobernadas por el PP, se ausentó del encuentro. Esta ausencia ha sido duramente criticada por el PSOE. “La ausencia de las comunidades gobernadas por el PP en la reunión convocada este jueves por el Ministerio de Juventud e Infancia demuestra que Feijóo no ha aprendido nada de lo ocurrido en Torre Pacheco”, afirmó Fernández, quien también reprochó al líder del PP su actitud ante una cuestión tan sensible. “En lugar de rectificar, insisten en el error. Es una absoluta irresponsabilidad que Feijóo utilice a niños vulnerables, que están solos en nuestro país, para competir con Vox en una carrera por ver quién es más indecente”.

PP y Vox: un pacto con consecuencias

Las acusaciones del PSOE se enmarcan en una crítica más amplia al pacto de gobierno entre el PP y Vox en la Región de Murcia, firmado en 2023, que permitió al partido de extrema derecha obtener competencias clave en materia de Interior, Fomento y política migratoria. Desde entonces, según los socialistas, se han eliminado ayudas a ONG que trabajan con personas migrantes, se ha cerrado el centro de acogida de menores en Santa Cruz y se han paralizado proyectos de integración como el de los pisos para menores no acompañados. En opinión de Carmina Fernández, estas decisiones reflejan una rendición total del PP ante los postulados ultras. “Esto es racismo y fascismo”, sentenció.

La próxima semana, la Asamblea Regional votará los presupuestos de 2025, que consolidan esas medidas. Fernández los ha calificado como “los presupuestos del odio” y ha advertido que, de aprobarse, se institucionalizará la exclusión de los menores migrantes en situación de vulnerabilidad. “Son unos presupuestos que nacen de un pacto que busca dejar en la calle a niños que no tienen a sus familias solo por ser migrantes, que quita las ayudas a las ONG's que apoyan a los inmigrantes, que eliminan políticas de integración y de colaboración con los colectivos que trabajan para fomentar la tolerancia”, denunció.

Frente a esta deriva, el PSOE de Murcia ha ofrecido una alternativa. Fernández recordó que el secretario general de los socialistas murcianos, Francisco Lucas, ha propuesto al Gobierno regional negociar las cuentas públicas con el PSOE, con una única condición: retirar las medidas impuestas por Vox. “Ha tendido la mano para llegar a un acuerdo, sin líneas rojas, solo con la condición de que no se eliminen esas políticas que son las que ha impuesto Vox al PP y que López Miras ha aceptado”, explicó. Por ello, insistió en que el presidente autonómico aún está a tiempo de rectificar: “Por responsabilidad, volvemos a pedir a López Miras que rompa su pacto del odio con Vox y se siente a dialogar con el PSOE. Aún está a tiempo. Desde el PSOE seguiremos defendiendo la convivencia, la dignidad y los derechos humanos”.

El debate de fondo, en opinión de los socialistas, no es meramente presupuestario, sino moral y político. Las decisiones del PP en Murcia, sostienen, han institucionalizado una política basada en la exclusión, el señalamiento y el enfrentamiento social. Las medidas no se limitan a recortes, sino que —según el PSOE— configuran una arquitectura legal y presupuestaria para marginar a una parte de la población por su origen o situación migratoria. El aviso llega en un momento de especial preocupación por el repunte de discursos de odio en la esfera pública y su efecto directo en la convivencia ciudadana. Mientras el Ejecutivo central refuerza la vigilancia y estudia medidas frente a las agresiones xenófobas, el foco político se desplaza ahora a la Asamblea Regional, donde PP y Vox tienen previsto sacar adelante unos presupuestos que, según la oposición, institucionalizan la discriminación y el enfrentamiento social.

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