Hay acuerdo. PNV y PSE han rubricado este viernes un pacto para conformar “gobiernos de coalición” en todas las diputaciones y ayuntamientos en los que sea “posible”. Es decir, donde salgan las cuentas. De esta manera, socialistas y jeltzales reeditan el compromiso que ha imperado en Euskadi estos últimos cuatro años, también en las mencionadas instituciones. Sendas formaciones, a través de un comunicado unitario, se han decidido a dar el paso para garantizar “la gobernabilidad y estabilidad de las instituciones vascas” siempre desde el “respeto a esta pluralidad”.

PSE-EE y PNV extienden el acuerdo que ambas formaciones mantienen desde el año 2015. Un pacto mediante el cual se comprometen a dotar de estabilidad a las instituciones forales y locales en Euskadi, facilitando la confección de gobiernos de coalición en las tres diputaciones y ayuntamientos vascos en liza tras el 28 de mayo. El anuncio lo han comunicado las dos fuerzas a través de un comunicado conjunto, en el que han subrayado que los comicios municipales y autonómicos han esbozado un mapa electoral “diverso y fragmentado” en el territorio vasco, fiel reflejo de la “pluralidad” de la sociedad.

Socialistas y jeltzales señalan que esta nueva realidad, sumada a la “compleja” coyuntura, digiriendo aún los efectos de la pandemia del coronavirus y las réplicas del terremoto de la guerra en Ucrania, con consecuencias en el ámbito económico, pero también energético y geopolítico, fuerza a todas las estructuras con ambición de liderar el país a buscar “acuerdos que garanticen la gobernabilidad y la estabilidad de las instituciones”. “Siempre desde el respeto a esta pluralidad”.

Por ello, tanto los de Eneko Andueza como las filas que comanda Andoni Ortuzar, creen que el balance de estos años es “altamente satisfactorio”. Los acuerdos en las principales instituciones vascas hunden sus raíces en el año 2015, replicándose en las municipales del pasado 2019 y, por supuesto, tras este último paso por las urnas. Consideran, y a sí lo transmiten en el comunicado, que son quienes mejor pueden “cumplir los objetivos marcados”, que no son otros que dotar de estabilidad a los principales organismos.

Acuerdos donde den los números

Por estos motivos, creen imperativo reeditar las coaliciones, orillando en cierto modo a EH Bildu, con aspiraciones al bastón de mando en el Consistorio de San Sebastián, pero también en el de Vitoria. Serán dos plazas a las que afectará este acuerdo, cimentado sobre unas “bases claras” que permitan, a la postre, afrontar desafíos tales como la “protección de los servicios públicos, la lucha contra las desigualdades, el impulso al progreso y la justicia social”, así como dar respuesta a los “grandes retos que tiene la sociedad vasca”. Y es que, a juzgar por el comunicado, PSE y PNV focalizan en el apartado “climático, demográfico y la adaptación a una nueva economía productiva con nuevos empleos y derechos laborales”.

“Son desafíos relacionados entre sí e interdependientes, que no son distintos a los de la sociedad de nuestro entorno, pero en los que Euskadi, por su realidad socioeconómica, su alta capacidad de alto gobierno y la estabilidad que PSE-EE y PNV aportamos a las instituciones, tiene capacidad de estar a la vanguardia”, han agregado en el comunicado conjunto.

Con todo, estiman oportuno y necesario avanzar en el “reforzamiento” de las políticas municipales, dotando a ayuntamientos de la “financiación suficiente” para convertirse en “agentes activos” en la consecución de los objetivos finales que, a la postre, también “son locales”. Por ello, explican que, sobre esta base, ambas formaciones acuerdan facilitar la conformación de Gobiernos de coalición en el conjunto de las Diputaciones Forales y de los Ayuntamientos de Euskadi.

En este punto entra en la ecuación EH Bildu. Los abertzales, liderados por Arnaldo Otegi, comenzaron este pasado jueves a lanzar sus tirones de orejas a los socialistas. En Ferraz, replicando la técnica utilizada por el PP con Vox, no quieren exponerse a más vínculos con la formación vasca, puesto que reavivaría la llama de la derecha para resucitar a ETA y los vínculos con la fuerza de izquierdas.

Tal es así, que el propio Otegi afeó a sus interlocutores que tomaran a la ciudadanía por “tonta” al intentar vender su independencia de Bildu, máxime tras cuatro años de lealtad en la aprobación de textos sociales en la Carrera de San Jerónimo. No obstante, este acuerdo con el PNV orillaría a los abertzales y daría oxígeno a un Partido Socialista al que, junto con el PP, se le escruta al milímetro en materia de alianzas.