El intendente de la Policía Municipal de Madrid José Rodríguez Vacas presentó este miércoles su dimisión como miembro del tribunal de la oposición a inspectores de la Policía Municipal de Madrid después de que se destapase que acudió a un local de intercambio de parejas con un opositor a las pruebas de inspector donde el propio Vacas formaba parte del tribunal. Pero el historial de este intendente lleva años con polémicas, así como las oposiciones en el cuerpo han recibido críticas de que no son limpias.

La Dirección General de la Policía Municipal abrió expediente disciplinario a Rodríguez Vacas tras salir a la luz que el intendente acudió a un local de intercambio de parejas de Retiro, en la capital, el pasado sábado 3 de septiembre, acompañado de un oficial de la Policía Local de Alcalá de Henares que está opositando en la prueba de inspectores donde Vacas es uno de los tres vocales del tribunal. Es más, Rodríguez Vacas es una de las personas que elabora las preguntas del examen junto con el presidente del tribunal, el comisario José Luis Morcillo.

Vacas se vio implicado en un incidente en el local de intercambio de parejas junto a dos personas, su chófer y un tercero que en un primer momento no se supo su identidad pero que finalmente se ha esclarecido que se trata del oficial de Alcalá de Henares, que ha superado los dos primeros exámenes de inspector obteniendo la tercera mejor nota.

En la grabación del local, tal como adelantaba El Mundo, se demuestra que el intendente, su chófer y el policial de Alcalá llegaron a las 20:40 horas a la puerta del club vestidos de paisano. Estuvieron casi un minuto y medio dialogando con la recepcionista y al entrar no emprendieron el procedimiento habitual de una inspección. El dueño del club ha asegurado que la empleada les dijo que la entrada eran 50 euros y que tenían que irse a las 22:00 horas debido a que a partir de ese momento solo podían entrar parejas, momento en el que Vacas le enseñó la placa y dijo: “Ahora si voy a pasar”.

Vacas ha asegurado que fue al local a realizar una inspección, aunque el dueño lo niega y mantiene que entró a tomar una copa. Al día siguiente, el dueño anunció que iba a denunciar a Vacas por amenazas, coacciones y abuso de autoridad, mientras que el propio intendente aseguró que el dueño y el encargado de seguridad eran policías nacionales.

Asuntos Internos abrió un proceso de diligencias informativas con el fin de depurar las “responsabilidades disciplinarias que pudieran existir” en este incidente y, finalmente, la Policía Municipal de Madrid inició un expediente disciplinario.

Detalles importantes de la historia

En medio de este embrollo, hay detalles que pueden haber pasado desapercibidos y tienen una notoria importancia. Lo primero, Rodríguez Vacas no debería haber participado en el proceso selectivo tras haberse demostrado su relación personal con uno de los aspirantes. Además, el presidente del tribunal de oposición es José Luis Morcillo, al que Vacas organizó el funeral de un familiar con la asistencia de policías uniformados con trajes de gala, cuestión por la que ambos fueron expedientados.

El suplente del presidente de dicho tribunal, Luis Fernando Martín Bernal, tiene como policía de confianza a quien ya trasladó a su comisaría por amistad. Se trata de Óscar García Martínez, y es quien mejor nota ha sacado hasta ahora, ya que la oposición no ha terminado.

El director del Cuerpo de Policía Municipal, Pablo Enrique Rodríguez Pérez, también tiene relación en esta historia en lo relativo a la conexión de los agentes y las academias de preparación de oposiciones. Así, uno de sus conductores, Javier Mateo, da clases en otra academia, concretamente en la Academia Spartamcops.

Además, la mano derecha de Rodríguez Pérez es el mismo agente que realizó el informe de las mascarillas y que no firmó dicho informe, razón por la que fue citado por el juez Carretero y tuvo que ir a declarar. Se trata de Gerardo Prieto Roldán, que tampoco pertenecía a la Unidad de Coordinación Judicial (la que organizó el atestado remitido al juzgado) y que, además, ascendió a inspector y ocupa la misma plaza que tenía cuando era subinspector.

Por todo ello, diferentes entes han denunciado que esto afecta a los opositores, al considerarse que no son limpias, lo mismo que las promociones internas.