A escasos cuatro días de las elecciones del 13 de febrero y con dos días de campaña electoral por delante, ha tenido lugar el segundo y último de los debates electorales. Luis Tudanca (PSOE), Alfonso Fernández Mañueco (PP) y Francisco Igea (Ciudadanos) han vuelto a confrontar sus ideas debatiendo sobre cuestiones como sanidad, servicios sociales, dependencia, economía, infraestructuras y pactos postelectorales.

Con las encuestas dibujando una bajada en picado del PP y un aumento de Vox, los populares han tenido que cambiar su estrategia para evitar este trasvase de votos a la extrema derecha. Aunque no se sabrán los resultados hasta el 13 de febrero, Mañueco ha querido tener marca propia y mostrar su liderazgo: "Me la juego yo y no Casado". Los socialistas están convencidos de que el cambio y la regeneración llegarán a las tierras castellanas y leonesas después de casi 35 años del PP en la Junta, y así de claro lo ha pronunciado Tudanca en el debate. Por su parte, Francisco Igea cree en las posibilidades de Ciudadanos, pese a que los sondeos le dan solamente un procurador.

Si el primer debate estuvo marcado por los cruces y los reproches por la corrupción y la despoblación, en esta ocasión, un posible pacto con Vox por parte del PP para continuar en la Junta ha sido la clave. Mañueco se ha presentado más sereno, con más propuestas y menos menciones a Sánchez, pero aún así, Tudanca e Igea han conseguido echarle en cara las consecuencias de los 35 años de gobiernos populares en la región y las acciones de Ciudadanos en estos dos años y medio de legislatura, respectivamente.

"¿Qué canción van a cantar sus socios cuando lleguen al Gobierno?", ha recriminado y mencionado Francisco Igea en clara referencia a Vox y a los resultados que pronostican las encuestas, en los que el PP necesitaría a la ultraderecha para formar gobierno; "Me preocupa qué pasará con la lucha con la violencia de género. Está dispuesto a que la lucha contra la violencia de género se reduzca a cambio de seguir en el poder", ha apuntado Tudanca. Ante tantas acusaciones, Mañueco no ha podido hacer otra cosa que negar su sintonía con la ultraderecha: "No sé a quién se refiere porque yo quiero gobernar en solitario".

Un panorama ‘perfecto’ en Castilla y León

Mañueco se ha defendido de los reproches alabando las políticas de los continuos gobiernos del PP en la comunidad. Ha comenzado los primeros bloques hablado de sanidad y servicios sociales, y ha presentado un panorama idílico para la comunidad: solo aspectos buenos, ninguno malo; Castilla y León, lo mejor de España en sanidad y servicios sociales.

Ante el optimismo del candidato del PP, Igea -antiguo socio- no ha dudado en darle donde más le duele y preguntarle por el motivo de las elecciones anticipadas. Claro, que sin saber que al final del debate le iba a cargar con toda responsabilidad. "¿Y si todo iba tan bien como dice, para qué convocó elecciones?", ha preguntado.

"En Castilla y León tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios, una red de hospitales de primera, la más extensa red de consultorios (…) Tenemos los mejores servicios sociales de toda España", ha asegurado el popular, obviando la deficiencia de sanitarios, los pueblos sin centros de salud... Mientras, el líder del PSOE le ha recordado los consultorios cerrados, los fallecidos en residencias y el comunicado de los sanitarios pidiendo su dimisión; al tiempo que Igea ha reprendido contra el actual presidente por alardear de lo que sus consejeros han hecho en estos dos años y medio y por no tener la dignidad para hablar de las necesidades de la comunidad.

Mañueco se olvida de Sánchez

"Me alegro que el señor Mañueco haya abandonado a Pedro Sánchez y que hable de Castilla y León", ha celebrado Tudanca al ver que, esta vez, a diferencia con el pasado debate del 31 de enero, Mañueco sí tenía propuestas y palabras para Castilla y León y no mentaba a Pedro Sánchez en cada argumento. Aunque el líder socialista ha cantado victoria antes de tiempo (en este sentido), Mañueco sí ha aparcado la estrategia contra el presidente del Gobierno para hablar de los problemas regionales. 

En este debate, Mañueco ha centrado su discurso en reivindicar a Castilla León, probablemente por el aliento de Vox que siente cerca, y también por el papel que puede jugar la España Vaciada en los próximos comicios. Se erige como un regionalista más y la palabra Sánchez ha sido sustituida por el nombre de su comunidad autónoma: "Me ofrezco para trabajar, dedicar mi tiempo para Castilla y León, defender Castilla y León ante cualquier ataque, ilusión y ganas para transformar y modernizar esta tierra".

Pactos postelectorales

Probablemente, la afirmación más surrealista de todo el debate haya salido de la boca de Mañueco, y en referencia a los pactos electorales y a las causas de la ruptura de su Gobierno. A cuatro días de las elecciones -convocadas por el PP y a espaldas de Ciudadanos-, para Mañueco, Igea "dinamitó el pacto".

En un primer momento, Igea ha sido claro, asegurando que quiere un gobierno sensato y centrado, quiere volver a tener la llave del gobierno: "Vamos a asegurar que haya un gobierno centrado y estable. Que no repitan las malas prácticas de pactos con los extremismos, a un lado y a otro, en nuestra comunidad".

Después, Mañueco no ha dudado en despotricar contra los naranjas y cargarles todas las responsabilidades de la ruptura de la coalición: "Estamos aquí porque a Francisco Igea solo le importa Francisco Igea. Dinamitó un pacto que funcionaba, buscaba únicamente su supervivencia". "Mi pacto es con las personas de Castilla y León", ha rematado, obviando cualquier pacto con la extrema derecha.

Después, Tudanca ha defendido su apuesta por el cambio y regeneración: "La palabra es nuestra. Yo entiendo la política como negociación y dialogo. Dialogare hasta la extenuación con quienes quieran cambio".

En este último bloque, Tudanca e Igea han vuelto a recordarle a Mañueco el pronóstico de las encuestas, el papel que jugará Vox en un posible pacto y, sin ir más lejos, las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el pasado martes en Valladolid: "Si hemos de pactar, prefiero a Ortega Lara que a quienes lo hacen con sus secuestradores".