Vox ha traspasado todas las barreras sobre memoria histórica este miércoles, cuando ha afirmado en el Ayuntamiento de Madrid que los presos republicanos que, durante el franquismo, fueron forzados a construir el Valle de los Caídos -ahora Valle de Cuelgamuros- eran "voluntarios" que cobraban "el mismo salario que los obreros libres". Lo ha hecho su portavoz adjunta en el consistorio, Carla Toscano, después de que el intento del partido ultra de proteger el monumento de El Escorial fracasara.

La iniciativa del Gobierno central de resignificar el Valle de Cuelgamuros ha volado las caretas a la ultraderecha, que se ha quedado sola en su defensa de la insignia de la dictadura de Francisco Franco. La moción de Vox para pedir a la Comunidad de Madrid que el Valle sea declarado Bien de Interés Cultural ha recibido el 'no' de todos los partidos del Ayuntamiento.

En el debate del miércoles, Carla Toscano ha defendido la moción con una serie de afirmaciones, cada una más inaudita que la anterior. Desde que el Valle está "dedicado a los caídos de los dos bandos" hasta que la izquierda "odia la belleza" y "a Dios", pasando por señalar un "deseo megalómano y narcisista de reescribir la historia", la portavoz ultra se ha ganado el rechazo de todos los grupos municipales.

Carla Toscano afirma que los presos "querían trabajar" en el Valle de los Caídos

Para Vox, los más de 18.000 presos republicanos que estuvieron trabajando de manera forzada en erigir el Valle de los Caídos, son "voluntarios". Toscano afirmó el miércoles que estos "querían trabajar en el Valle", ya que tenían "el mismo salario que los obreros libres". Su argumento es que "la mayor amenaza que sufrían, si no cumplían con sus obligaciones, era la expulsión", llegando incluso a razonar que su situación no era tan mala porque era mejor que en los campos de concentración de la Alemania nazi: "Si fuera como Auschwitz, como ustedes dicen, la amenaza sería quedarse, no expulsarles", declaró la portavoz ultra.

Toscano explica la iniciativa de resignificar un monumento bajo el que hay enterradas más de 12.000 personas sin identificar como un "odio a la belleza" por parte de la izquierda. En su discurso, también añade como argumentos el "odio a la religión católica", a Dios y "al concepto de reconciliación. Como es habitual en el argumentario ultra, la portavoz ha tratado de hacer ver que una construcción ordenada por una dictadura represiva y realizada gracias al trabajo forzoso está "dedicado a los caídos de los dos bandos".

Según Toscano, el "gobierno talibán está dispuesto a todo, desde profanar tumbas a profanar monumentos, para intentar en vano curar un orgullo herido de perdedores de una guerra que no consiguen asumir que perdieron", dijo posicionandose en uno de los bandos de la Guerra Civil. A esto, la portavoz añadió el intento de la izquierda de acometer una "lobotomía colectiva para inventar una nueva España sin raíces y sin fe".

Todos los partidos responden a la moción "estúpida y fascista" de Vox

En cuanto a la moción que planteaba el Grupo Municipal de Vox, Toscano ha señalado al PP por alinearse con la izquierda para votar que no, a lo que el concejal Carlos Segura ha recordado que no es competencia del Ejecutivo que preside Isabel Díaz Ayuso declarar como BIC el Valle de Cuelgamuros. Soledad Murillo, concejal del PSOE, ha recordado a Vox los "18.000 republicanos que estuvieron con trabajos forzosos levantando ese monumento".

La socialista ha defendido que la cruz que corona el Valle representa "una tumba con trabajos forzosos en plena dictadura franquista", y señala a Vox por su doble rasero: "No están planteando defensa a la vida. Solamente hablan aquí de defensa a la vida cuando se trata de los no nacidos. En ningún momento han pensado en aquellas personas que tenían trabajos forzosos y aquellas personas que consintieron que enterraran a los que estaban trabajando allí, porque así les quitaban los expedientes de depuración", ha señalado Murillo.

A su vez, el concejal de Más Madrid Eduardo Rubiño ha señalado a la ultraderecha por defender un "altar del nacionalcatolicismo y del régimen sangriento nacido de un golpe de Estado". El portavoz adjunto ha calificado la moción de "estúpida" y "fascista", y ha señalado a su homóloga de Vox: "Querer impedir que un monumento al terror como es el Valle de los Caídos viva para siempre desmemoriado, que no tenga la única significación posible que puede tener en una democracia, que es impedir que se vuelva a realizar unos hechos tan abominables como eso, es una condena para las generaciones venideras".