Ni siquiera el debate ha aflojado a Vox en su empeño de meterse descaradamente con el aspecto físico de Pablo Iglesias. Como bien ha denunciado el vicepresidente, los insultos son un habitual por parte de simpatizantes de la extrema derecha y se corre el peligro de blanquear este tipo de actitudes.

Sin embargo, a Santiago Abascal poco le ha importado esta advertencia o la degeneración de la democracia, evidente en amenazas de muerte como la recibida por parte del candidato de Unidas Podemos en forma de carta con cuatro balas dentro. El líder de Vox, en su mitin en Parla, acompañado de Rocío Monasterio, ha dicho que Iglesias no tiene de qué quejarse.

“Ha dicho que le llaman rata chepuda. A mí me dicen que soy bizco y que tengo la nariz aguileña en las redes. Algunos tienen la piel muy fina y la lengua muy larga”, ha asegurado el dirigente ultra en referencia a su homólogo morado.

También ha tenido palabras para Àngels Barceló, moderadora del mitin dinamitado este viernes por Rocío Monasterio en Cadena Ser, a quien, como ya hiciera su pareja de baile en el mitin, ha criticado poniendo en duda su validez como periodista independiente.