Mónica García, ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, ha respondido al discurso “banalizante” de la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso en su pasado acto de celebración. “A todos nos gustan las cañitas, nos pueden gustar, nos gustan también las terracitas. El problema es cuando se triplican las tasas de alcohol como ha tenido ella en su jefe de Gabinete o en alguno de sus consejeros”, ha contestado García en una entrevista concedida para La 2.
En su declaración, ha comentado que el comportamiento de Ayuso está cargado de “ignorancia y mala fe” tras “confundir los porros con cannabis medicinal”. Junto a estas palabras, argumenta que discursos como este son los culpables de que se banalice el uso de este tipo de sustancias.
En el mismo acto, Ayuso ha declarado que la ministra “persigue los bollos pero que es incapaz de poner médicos en España”. Y sin quedarse ahí, “pues a la ministra le gustan los porros, a mí la fruta, a cada uno, oye, a cada uno le va lo suyo. Es cuestión de prioridades”
García ha respondido a la vinculación con “los porros”, tachando a Ayuso de estar “bastante desorientada”. Junto a esto, hace hincapié en la gravedad de confundir “los porros con el “cannabis medicinal”, ya que “igual no conoce a nadie que tenga dolor crónico o que tenga espasticidad”.
Por último, García ha destacado que “los protocolos de la vergüenza se hicieron en la Comunidad de Madrid. Y que los promocionaron, los que firmaron y los que los validaron han sido premiados, incluida la señora Ayuso, que no ha sido capaz de dar ni una sola explicación a los familiares”, haciendo referencia a los protocolos de la presidenta de estos últimos cinco años.
Cannabis medicinal: una herramienta terapéutica aún pendiente de regulación en España
El uso del cannabis medicinal se ha consolidado en numerosos países europeos como un recurso terapéutico para aliviar síntomas relacionados con enfermedades crónicas, dolor persistente, esclerosis múltiple o los efectos adversos de ciertos tratamientos oncológicos. En España, sin embargo, su regulación sigue sin materializarse, pese al respaldo de organismos científicos y a las demandas de asociaciones de pacientes.
En 2022, el Congreso de los Diputados aprobó un informe que instaba a la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) a poner en marcha un marco normativo que permitiera el uso controlado del cannabis con fines médicos. A día de hoy, su implementación efectiva continúa pendiente, lo que deja a miles de personas en una situación de incertidumbre terapéutica.
La falta de avances ha provocado que el tema vuelva al primer plano, esta vez a raíz de unas declaraciones de la ministra de Sanidad, Mónica García, en las que lamentaba la “banalización” del cannabis medicinal por parte de algunos responsables públicos. “Igual no conocen a nadie con dolor crónico o espasticidad”, afirmó en referencia a quienes reducen el debate a la esfera recreativa.
El cannabis medicinal no es lo mismo que el consumo recreativo. Se trata de un producto farmacológico regulado, que puede administrarse en forma de aceites, cápsulas o inhaladores bajo prescripción médica. Su eficacia está documentada en determinados casos clínicos, y su uso ya es legal en países como Alemania, Italia, Portugal o Canadá.
Las asociaciones de pacientes insisten en que es urgente normalizar su acceso desde la sanidad pública, con garantías de seguridad, control y seguimiento médico. Mientras tanto, el debate político en torno al tema sigue generando más ruido que soluciones.