Madrid no es región para viejos. Esta es la conclusión que se extrae de los últimos datos sobre la influencia que tiene el gasto público sanitario en la esperanza de vida de los españoles. Un estudio pone de manifiesto que los habitantes de la comunidad dirigida por Isabel Díaz Ayuso están directamente castigados por las decisiones políticas ya que, a la cola de la inversión en este sentido, la longevidad cae de forma exponencial a partir de los 50 años, incluso teniendo una buena salud.

Se trata de uno de los resultados que expone el informe Gasto sanitario público y esperanza de vida: una inversión saludable, elaborado y publicado por el Centro de Estudios Demográficos de Cataluña (CED), que en su interpretación pone el foco en las grandes diferencias entre las regiones debido al alto grado de descentralización que existe en España al respecto del gasto per cápita en sanidad. Cabe recordar que son los propios gobiernos autonómicos los que tienen las competencias en salud.

Así, este estudio -realizado por las investigadoras Elisenda Rentería y Pilar Zueras- demuestra en sus conclusiones que una mayor inversión sanitaria mejora de forma directa la calidad de vida de las personas mayores de 50 años y, por el contrario, un menor gasto empeora considerablemente las condiciones de vida a partir de esa edad. "Implica más años vividos en buena salud y menos años vividos en mala salud", señalan textualmente en el texto. Esto es aún más significativo en Madrid, una comunidad autónoma que lidera los rankings en negativo por ser la que menos gasto público destina a los servicios de Sanidad de la región.

Las mujeres, las más castigadas

En concreto, la autonomía liderada por Ayuso se sitúa en el número 7 de la clasificación de la esperanza de vida de los hombres que cuentan con buena salud, es decir, sin ningún tipo de enfermedad, limitaciones funcionales o de discapacidad, algo que el propio informe relaciona con el nivel de inversión. De hecho, tal y como se puede comprobar en las gráficas, se encuentra por detrás de La Rioja, Baleares, Cataluña, Aragón, Cantabria y País Vasco en cuanto a longevidad. Llama la atención que solo Andalucía está mas rezagada que la capital en cuanto a gasto per cápita ya que Madrid registra 150 euros por habitante.

Graficas sobre la influencia que tiene el gasto público sanitario en la esperanza de vida. Elaboración propia

Graficas sobre el gasto público sanitario y la esperanza de vida. Elaboración propia

En cuanto a las mujeres, la comunidad desciende hasta el décimo puesto, por detrás de Navarra (16,9 años) y Cataluña (15,9 años) y por delante de Canarias y Murcia, que están en la cola con solo 9,1 años. Todo a pesar de ser la comunidad donde la esperanza de vida es mayor tanto entre los hombres como en las mujeres con más de 50 años, con 33,5 y 12,4 años por delante. Unas cifras que también ponen de manifiesto otra cuestión: el paso del tiempo en la capital castiga más a las mujeres sanas que a los hombres a causa de una menor inversión llevada a cabo por la Administración.

Con todo, la esperanza de vida entre la región con mejores datos y la que registra peores cifras es de solo 2,4 años para los varones y de 2,1 para las mujeres. Sin embargo, esta brecha es mayor si la comparación se realiza entre tener buena o mala salud. Así, la diferencia de longevidad entre los sexos teniendo una mejor o peor salud es de 5,1 años para los hombres y 7,8 años para las mujeres. Estando en malas condiciones sanitarias, estas se elevan hasta los 4,8 y 7,1 años, respectivamente.

Madrid, a la cola del gasto sanitario

La Comunidad de Madrid registra datos preocupantes en cuanto a la sanidad en general y la Atención Primaria en particular. Y es que cuenta con 1,5 médicos por cada 1.000 madrileños, un dato que le sitúa al final de la tabla y que se complementa con que, además, el 90% de los sanitarios que preparan sus estudios en la región se van. Esto quiere decir que solo consigue retener a 21 profesionales de cada 220 que se forman anualmente.

Madrid también es la que menos porcentaje del total del presupuesto destinado a sanidad aplica para la Atención Primaria. Solo un 11,21%, en comparación con la media española, que se sitúa en el 14,16%. Por delante se encuentran, incluso, regiones mucho más pequeñas, como Asturias, Murcia, Cantabria, La Rioja o Navarra. Estas tres últimas, además, están por encima de la media.

Asimismo, Madrid cuenta con el dudoso honor de ser la que menos desembolso destina a la sanidad por habitante, solo por delante de Andalucía. Así, únicamente se dedican 150 euros por madrileño al año, casi un 80% menos que la media nacional, que se sitúa en 272,50 euros. Lo mismo ocurre si el dato lo tomamos en función del PIB o Producto Interior Bruto, donde registra solo un 4,5%, cuando en 2021 fue del 4,9% y el promedio a nivel España es del 6,9%.