Alberto González rompe su silencio tras las informaciones reveladas por ElPlural.com que apuntan a una trama de espionaje que él mismo protagoniza y con la que se buscaba obtener suculentas informaciones con las que extorsionar a dirigentes y ocupar puestos de máxima relevancia. De esta manera consta en mensajes de Whatsapp a los que ha tenido acceso en exclusiva este medio y que complementan los artículos publicados por el diario ‘El País’ el pasado 7 de febrero sobre una supuesta trama de coacciones.  

ElPlural.com ha contactado con González por si quisiera dar su versión, y el protagonista de estas líneas ha aceptado hablar, pero se remite a lo que ha dicho a otros compañeros de profesión con anterioridad: que se trata de un “tema interno del partido”, que él “respeta el procedimiento” de la formación y que cuando éste se resuelva, ya “se podrá hablar” y explicar las cosas si hubiere algo que explicar.

Es una denuncia interna del partido y tengo que respetar el procedimiento (…) Cuando se resuelva, ya se podrá hablar

ElPlural.com ha tenido acceso a un mensaje de Whatsapp que forma parte de una denuncia que miembros del PP remitieron por escrito a mediados del año pasado al Comité Nacional de Derechos y Garantías para denunciar presuntas irregularidades y espionajes a cargos políticos.

En este caso concreto, González explicaba a su entonces número dos que una afiliada del partido (M.E.) debía “calentar y poner cachondos a consejeros y viceconsejeros” en la cena de Navidad de la sede del PP en La Latina -distrito del que es presidente del partido- para conseguir información.

Una persona para "calentar y poner cachondos a los consejeros y viceconsejeros"

Según la escena que ponen de manifiesto las voces condenatorias, éste habría pedido que se espiase a su “jefe” (el entonces consejero de Hacienda, Economía y Empleo De la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty), al director general de Economía, Juan Manuel López Zafra, y al viceconsejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Manuel Llamas.

La denuncia “interna del partido” -en palabras de González- esgrime que el presunto espionaje se llevaba a cabo “bajo mandato de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y del secretario general Alfonso Serrano, porque son amigos íntimos”. Este último fue alertado hasta en tres ocasiones de lo que podría estar haciendo su mano derecha e hizo caso omiso.

Los denunciantes -unos “chavales” para el miembro del PP- cuentan a este medio que tienen otras pruebas de malas praxis por parte del también secretario general de los 21 distritos, a quien “le gustaba recabar información por todos lados”. Las fuentes denunciantes subrayan que “utilizaba todas las prácticas que hiciera falta”, dando igual “que fueran mujeres, que fueran gays, que fueran lo que fueran” y que en los casos de espionaje que aparecen en estas líneas las órdenes se dieron tanto por escrito como de manera verbal.

Alberto González, por su parte, insiste en la conversación con este periódico en que “no puede decir nada más” ni hacer otra cosa que no sea dejar seguir el transcurso del procedimiento.

Más espionajes en el PP de Madrid

El diario ‘El País’ adelantaba que también se intentó promover el espionaje sobre la actual presidenta de Nuevas Generaciones (NNGG), Bea Fanjul, o que se marcara “con una cruz aquellos miembros de Madrid afines a la dirección nacional”, así como “recabar informaciones sobre otras personas, entre ellas Ricardo Calle, asesor del Ayuntamiento en la pasada legislatura, y Alejandro Cortés”. Pero la trama va más allá, tal y como explica ahora ElPlural.com.

Alberto González

En el momento en el que tuvo lugar el presunto espionaje, el concejal era director general de Autónomos y Emprendimiento de la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso. Asimismo, según fuentes consultadas por este periódico, era un hombre de máxima confianza de Serrano y de la propia lideresa dentro del partido, hasta el punto de que su inclusión en las listas de Martínez-Almeida habría sido una imposición de la responsable regional.

¿Qué dice el entorno de Ayuso y Almeida?

Cuando ‘El País’ reveló el caso, tanto Sol como Cibeles respaldaron la honorabilidad de González. Ahora, ElPlural.com ha querido saber si mantienen esa defensa férrea. Fuentes cercanas a la presidenta de la Comunidad marcan distancias y remiten la cuestión al PP de Madrid, e incluso preguntan en tono de sorna que quién es esta persona. Desde el entorno de Almeida, exactamente lo mismo: que hablemos con el partido.

Los ‘populares’ madrileños, por su parte, inciden en que el proceso “sigue abierto” y que no van a hacer ninguna declaración “hasta que no se pronuncie el Comité de Derechos y Garantías”. Niegan, eso sí, que haya existido una trama de espionaje en sus filas y aprovechan la tesitura para cargar contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Parece más importante que la vida interna de un distrito de Madrid”, emplazan refiriéndose al ‘caso Koldo’.