La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha maniobrado en los últimos días para evitar que salga a la luz información que se presupone sensible sobre Madrid Network, el chiringuito en el que trabajó la actual presidenta como ‘alumna’ de su predecesora, Esperanza Aguirre.

El Tribunal Supremo ha solicitado estos datos, referentes a las cuentas de la agencia, pero hay algunas que se conocían antes de que el órgano judicial interviniera. Entre ellos, se encuentra el salario que percibía la ahora lideresa regional, quien operó aquí entre 2008 y 2011 como asesora de comunicación, función por la que percibió 4.219 euros (netos) mensuales.

El resultado del montante total que obtuvo por trabajar en Madrid Network saldría de multiplicar los más de 4.000 euros al mes por los meses que estuvo en este puesto, lo que da unos números nada despreciables por “redactar notas de prensa”, según se desprende de la documentación oficial. Sin embargo, su verdadera labor coincidió con los años en los que llevaba la comunicación digital del PP de Madrid, entre cuyos puntos se contempla la cuenta del reconocido perro Pecas, el perro de Aguirre.

El Alto Tribunal abre ahora la puerta a que, por primera vez, se sepan todas las cuentas del chiringuito en el que también estuvo el líder de Vox, Santiago Abascal, y que dio dinero al otrora ministro de Economía, Cristóbal Montoro. Esto no ha sido posible hasta ahora dado que la Comunidad de Madrid había intentado mantener en secreto sus memorias durante años, alegando para ello motivos empresariales, una justificación que los tribunales ahora tumban.

“Tenía que trabajar para pagarme una habitación”

En 2023 la presidenta de la Comunidad de Madrid fue nombrada “Alumna ilustre” de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en una decisión -la del centro educativo y su rector Joaquín Goyache- que generó una polémica enorme, si bien más controvertido fueron las palabras que pronunció Ayuso aquel día desde la facultad de Ciencias de la Información.

La responsable de la administración Sol aseguró haberse independizado “con sueldo de becaria, como siempre nos ocurre a los periodistas” y señaló que, aunque pagó las tasas varias veces no puedo hacer la tesis “porque tenía que trabajar para pagarse una habitación”. “El precio de la independencia (…) Nunca pretendí que me regalaran título alguno”, apostilló.

Estas palabras eran completamente falsas, ya que en la época a la que se refería Ayuso, ésta atravesaba una buena situación económica, precisamente porque se había hecho un hueco en Madrid Network. Además, en 2011 ya cobraba como diputada en la Asamblea de Madrid.

¿Dónde ha ido a parar el dinero de la agencia?

La gran incógnita en cuanto a los números de Madrid Network es dónde fue a parar el dinero que el Estado cedió para cuestiones relacionadas con la investigación, el desarrollo y la innovación.

Fueron 80 millones de euros procedentes de un préstamo blando los que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero transfirió a Madrid Network y sobre los que el Ejecutivo madrileño dejó de abonar las cuotas de amortización, acumulando así un agujero económico de más de 50 millones que corrió a cargo de la ciudadanía madrileña. Mientras tanto, la asociación supuso un festival de impagos, proyectos fallidos y préstamos de dudosa justificación.

Abascal o Montoro, entre los grandes nombres de Madrid Network

La agencia de colocación fue el preludio del salto de Ayuso a la Cámara madrileña, donde empezaría su carrera política de manera más formal. Pero en Madrid Network también encontraron su sitio Santiago Abascal y, de otro modo, Cristóbal Montoro.

El líder de extrema derecha operó en la capital después de perder sus cargos en País Vasco. Lo hizo primero como director de la Agencia de Protección de Datos madrileña y más tarde como responsable de una fundación vinculada al entorno de Madrid Network. En total, cobró más de 80.000 euros anuales de fondos autonómicos por puestos de libre designación, muchos de ellos sin actividad conocida todavía a día de hoy.

En el caso del exministro con Rajoy, el chiringuito de Aguirre tejió relaciones empresariales con su polémico despacho de abogados, Equipo Económico, al que transfirió cerca de dos millones de euros. En su caso, se defendieron los contratos como “trabajos de asesoría para fomentar la innovación”, pero nunca se han publicado informes que acrediten este servicio.

Para más inri, los pagos se produjeron en un momento en el que el presidente de Madrid Network era Antonio Bateta, exsubordinado de Montoro en el departamento. Ya en 2017, una denuncia anónima ante la Fiscalía Anticorrupción por estas relaciones hasta que, en 2025, Montoro fue imputado por varios delitos relacionados con tráfico de influencias y corrupción al salir a la luz más contratos de dudosa legalidad.

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