Los comerciantes ambulantes no están nada contentos con el Ayuntamiento de Madrid. Denuncian que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, les ha "engañado", ha mentido y les tiene "abandonados" por su política en materia de movilidad en la capital. Así lo ha asegurado este lunes la Asociación de Comerciantes ACOAM, desde donde critican que el primer edil no deje trabajar a los transportistas del pequeño comercio por culpa de Madrid 360.

De esta forma se ha manifestado en conversaciones con ElPlural.com Iván Muñoz, vicepresidente de esta organización, quien carga duramente contra Almeida. "Es discriminatorio", afirma. Todo porque la normativa recoge que a partir del 1 de enero de 2023 se amplíen las restricciones a los coches más contaminantes para entrar en la zona centro de la capital.

"Nos sentimos abandonados, se va a liar"

En concreto, y tal y como explica Muñoz, el Consistorio ha aprobado una moratoria de la ordenanza de movilidad de Madrid 360 aprobada por este gobierno local para que los tráiler y grandes camiones pueden pasar a la ciudad hasta 2025. Sin embargo, los vehículos de menos de 3.500 kilos ya no podrán entrar en la zona de bajas emisiones, impulsada por el PP, a partir de la entrada del nuevo año.

Ante esto, el vicepresidente de la asociación comenta que el sector que trabaja en los puestos ambulantes, como el rastro de la capital, ha solicitado una moratoria de las mismas características para que puedan funcionar en el centro de la ciudad al igual que hacen los camiones de gran tamaño, que pertenecen a las grandes empresas. Esto, asegura el portavoz, supone también una merma en su propia economía.

"Almeida no ha contado con la pandemia. Llevamos un año al 50% y ocho meses cerrados", insiste Muñoz, que pone de manifiesto la dejadez de la Administración local. "Desde el Ayuntamiento dicen que tendrían que cambiar toda la ordenanza, que se tardaría mucho tiempo. Hemos mandado cartas, también a la Comunidad de Madrid, y nada. Llevamos más de un año hablando con el concejal de Movilidad y no ha habido cambios", critica.

Preguntado por la promesa que realizó Almeida antes de llegar a la alcaldía sobre acabar con Madrid Central, impulsado en la etapa de Manuela Carmena, el vicepresidente denuncia que "es todo mentira". "No ha acabado y lo ha incrementado", asegura con vehemencia antes de explicar que, además, con esta situación muchos transportistas se enfrentan a multas de hasta 400 euros. "Cuando entramos en el rastro somos multados y lo hacemos dos veces, al entrar y al salir... hay gente que está todavía pagando", afirma.

Ante esto, la solución que les aportaron desde el Gobierno de Almeida fue que se introdujeran en un párking para evitar la multa, al menos, a la salida, pero esto tiene un inconveniente. "No cuentan con que no entramos por la altura de las furgonetas", afirma. Por eso, desde ACOAM manifiestan estar siendo "muy perjudicados" a la par que "muy enfadados" por la gestión del Consistorio. "No sentimos abandonados por Almeida, no nos dan soluciones", lamenta antes de asegurar que están "avisando" a la Administración: "Ahora no pueden entrar los que no tienen pegatina, pero cuando no puedan entrar los de otras pegatinas como la B, se va a liar".

También pone el foco en la falta de sensibilidad del equipo de Gobierno, que les han ofrecido como solución que cambien de vehículo. "Nos dicen que cambiemos la furgoneta por una nueva, pero la mía es de 2016, está nueva, y con la situación económica que tenemos no podemos comprar otra. Las ventas están en horas bajas en el rastro después de tanto tiempo cerrados, y se nota la pandemia, la guerra y todo", dice con preocupación.

"Es discriminatorio"

A pesar de esta denuncia, Muñoz está convencido de que el primer edil no va a cambiar esta situación por motu proprio y que su negativa a llevar a cabo la modificación responde a su propio beneficio. "Lo hacen por ellos mismos. Creen que van a ganar las próximas elecciones con mayoría absoluta y no, van a perder. Estamos muy enfadados y no les vamos a volver a votar", advierte. 

"Es un tío muy duro, no lo va a cambiar y esto es un problema", insiste. Con todo, niegan sentirse desplazados por ser un sector dedicado al rastro y apuntan a todos los pequeños comercios. "Defienden al gran empresario, no al pequeño. Es discriminatorio, no es lógico que un camión, que contamina mucho y es muy lento, pueda pasar y nosotros no. Entramos, descargamos y nos vamos, estamos 10 minutos. Ellos contaminan tres veces más y esto no lo entiende Almeida", sentencia.