José Luis Qintana es médico de familia del centro de salud El Greco (Getafe) y tutor de Médicos Internos Residentes (MIR) en la Comunidad de Madrid desde hace 30 años. Apasionado de la profesión y siempre a disposición de sus alumnos, ha logrado que la inmensa mayoría de estos se queden en Atención Primaria. Sin embargo, algo que aparentemente debería ser sencillo, se le ha vuelto imposible con sus últimos cuatro. “Una de ellas se ha ido a trabajar a Londres y los demás están en Urgencias. Produce una enorme frustración que prepares a una persona y al final se te vaya”, lamenta en declaraciones a ElPlural.com.

No parece casual que el escenario encuentre de telón de fondo en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, a quien le crecen los enanos en materia de sanidad y que acumula, en el momento de redacción de estas líneas, 167 renuncias de tutores, un número que, posiblemente, haya aumentado si alguien lo consulta justo ahora. Los profesionales denuncian la sobrecarga a la que se ven expuestos y que lo que enseñan a sus alumnos no se corresponde con el trabajo que deberían desempeñar.

No traen y llevan cafés, como se ha dicho históricamente para referirse a las empresas que se aprovechaban de los becarios, pero la comparativa no suena tan descabellada sobre el papel. “Solo hacemos bajas y recetas a todas horas”, lamenta nuestra fuente. “En enero del año pasado nos plantamos y dijimos que esto no lo queríamos enseñar porque no era el trabajo de los médicos de familia (…) Lógicamente los residentes huyen porque no les es agradable ni les compensa”.

Tras la cuestión hay un problema de fondo, y es una “sobrecarga asistencial” que, nuevamente, alcanza todos los sectores. En medio del “desastre”, la Consejería de Sanidad mantiene reuniones con los afectados, pero nada fructíferas según los segundos. Muchas palabras y pocos hechos, en resumen.

“El año pasado nos hicieron promesas que se mantienen incumplidas. Por el camino se suspendieron las reuniones porque la gerente dimitió y el director general fue removido de su puesto. Y un año después nos encontramos en una circunstancia incluso peor porque tenemos una orden de nuestro consejero insistiendo en que todo lo que sean bajas las hace Primaria y no hospitales”, detalla.

Más de 200 renuncias

El año pasado fueron más de 200 los profesionales que, finalmente, renunciaron a llevar el MIR de sus alumnos, un porcentaje que representa el 28% de los tutores de la Comunidad. La situación no solo no ha mejorado, sino que se ha agravado, tal y como refleja el médico de Atención Primaria consultado por este medio.

El equipo de Ruiz Escudero intentó a la desesperada que este año no se repitiera la misma imagen, pero fue incapaz porque había dejado los deberes para el último momento. “Nosotros les habíamos dado cancha para seguir hablando, pero en la reunión del pasado 3 de marzo se comprobó que no se había hecho prácticamente nada y que nos habían abandonado”, señala. “Nos decían que seguiríamos trabajando, pero eso no nos sirve. Nosotros queremos ver resultados palpables porque hay cosas relativamente sencillas”.

El listado, reconoce José Luis, en amplio, pero hay cuestiones que se pueden llevar a cabo con más o menos facilidad y que la otra parte se comprometió a cumplir. Entre estas, destaca que se iban a empezar a hacer bajas en hospitales en lugar de firmarlas ellos, se iba a permitir el acceso a determinadas exploraciones como los TAC o las resonancias y que se iba a ampliar la cartera de laboratorio que se puede pedir. El profesional de estas líneas habla también de nuevos contratos y ofertas que nunca llegaron. “Todo esto se ha quedado en nada. Estamos igual que hace 365 días y encima en un contexto de conflicto con la Primaria. No hay más que acercarse a la calle o a alguna manifestación para ver cómo está el gremio en la CAM”. “En fin, la oferta laboral ha dejado de ser atractiva hace mucho y nadie se quiere enterar”, solventa.

76 plazas ocupadas de 421 ofertadas

Los tutores han elaborado un comunicado conjunto informando de la situación en la región. En él repasan los datos que evidencian el contexto de “sobrecarga asistencial” y “precariedad laboral” en la que se encuentran desde hace años.

Así las cosas, el SERMAS tiene vacantes el 20% de las plazas, cuyos pacientes se reparten entre el resto de médicos de la plantilla. En 2021 terminaron su periodo informativo 224 MIR, de los cuales solo 17 eligieron las plazas ofertadas por el Sistema de Salud madrileño (un 7,6%). En una segunda ola -junio de 2022- la Gerencia de Atención Primaria volvió a ofertar 197 plazas, pero logro cubrir únicamente 59, menos de un 30% del total del momento.