Las temperaturas extremas favorecen que las carencias en lo que a gestión de los ayuntamientos en este caso respecta, afloren. En el ejemplo de Madrid, esto encuentra una expresión clara en los parques, siendo una imagen muy clarificadora una escena que no ha tardado en hacerse viral en redes sociales y que tiene que ver con la prohibición de realizar zumba en un espacio al aire libre de la ciudad.

En el vídeo aparecen apenas una veintena de mujeres que estaban haciendo ejercicio hasta el momento de llegada de la Policía Municipal, que les emplaza a abandonar el lugar.

El hecho no ha quedado exento de polémica ni enfado, y así se puede comprobar en los propios comentarios, donde los usuarios se refieren a la permisibilidad del Consistorio con según qué cosas, entre las que enumeran festivales de lujo u otras actividades de compañías “que se lucran”. En la misma línea, hay quienes lamentan que en estos espacios se prohíban actividades tales como tocar la guitarra o, precisamente, una clase de zumba.

Actividades de lujo

Quizá a las actividades privadas que se refieran los afectados son del estilo de los ‘picnics de lujo’, que viene siendo un encuentro de los que se ha hecho toda la vida aprovechando el buen tiempo con pareja o amigos, pero con un nivel más alto cuyo precio ronda los 200 euros.

El Periódico de España habla precisamente este miércoles sobre una práctica que lleva tres años funcionando y que cada vez está más extendida. Al menos cuatro empresas organizan estos eventos, que en la teoría están prohibidas, pero no así en la práctica. Concretamente, la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente Urbano, actualizado a fecha de 2022, es muy clara al señalar en su artículo 206 que está prohibida la “privatización” de zonas verdes con “actos organizados” que utilicen estas zonas con fines particulares.

Una de las empresas que organiza estos picnics reconoce no haber hablado con el Ayuntamiento, pero mantiene que “siempre” han sido “responsables”. Asimismo, un socio de los eventos explica que la policía solo ha intervenido en una ocasión que ellos recuerden y porque era un grupo grande de gente muy joven, al que la autoridad simplemente pidió que no dejarán sucio el parque.

A esta actividad se suman otras con ánimo de lucro como clases de patinaje, paseos en kart o cursos de adiestramiento para perros. El hecho genera controversia y cierto miedo entre los vecinos, que celebran que se hagan cosas en los parques, dado que dotan de vida a la ciudad, pero temen lo complejo de regular este tipo de actividades.

Por ello, piden que se separen los usos lucrativos de los que no lo son y que se informe cuando algo otorga beneficio a la compañía en cuestión. En concreto, no critican tanto que se haga negocio, sino que se centre más en ello, pues reconocen su miedo a que parques de la talla de El Retiro terminen ‘privatizándose’ del todo, en el sentido de que se controle el aforo y haga falta entrada para entrar.

Cierre de parques

En otro orden de cosas, el cierre de parques centra las críticas vecinales a un Martínez-Almeida que este año se ha abierto tras la insistencia de los madrileños, a flexibilizar el horario de estos espacios.

La polémica por la decisión del regidor del PP viene de atrás y encuentra su máxima expresión en 2020, año de la pandemia, cuando el edil primero advirtió del “alto riesgo” que a su juicio conllevaba abrir los parques, en aquella ocasión “más controvertidos para el control de la pandemia”.

El episodio fue denunciado por el letrado José Luis Mazón por la presunta comisión de un delito de prevaricación administrativa al alcalde y al responsable de Medio Ambiente y Movilidad al asumir con esta decisión “competencias en pandemia” que no tenían.

Al margen del momento concreto del Covid, el cierre de parques se ha convertido en uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza ha traído al Ayuntamiento madrileño. Si bien es cierto que la normativa que establece el cierre de estos espacios fue aprobada en 2019 -con Manuela Carmena al frente del Consistorio- tras el fallecimiento de un niño en El Retiro, lo es también que los vecinos han solicitado por activa y por pasiva al Ejecutivo ‘popular’ la revisión del protocolo para huir de las altas temperaturas.

Hasta este año, cuando durante la ola de calor de finales de junio el equipo de gobierno se abrió por primera vez a tocar el texto y flexibilizarlo con propuestas que no dieran portazo al cierre de los espacios ante situaciones reales de peligro como, por ejemplo, la caída de ramas en épocas en las que las rachas de viento sean muy fuertes.

Cambios en el protocolo

A raíz de esto, desde el miércoles el Ayuntamiento ya puede decidir el cierre del parque del Retiro ante una alerta roja por condiciones climatológicas adversas con la previsión de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) de solo una hora de antelación.

"A partir de hoy el cierre se hará con la previsión de una hora antes del cierre y no con 24 horas", explicaba el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, tras finalizar la reunión de la Mesa del Arbolado, en la que grupos políticos, sindicatos y expertos del arbolado han conocido las modificaciones a aplicar en el protocolo de cierre de parques.

La modificación del protocolo también incluye la reapertura en media hora de los accesos al Florida Park y a la biblioteca del Retiro, a propuesta del PSOE, y que el parque "se abra más rápido, en tan solo dos horas".