Varios periodistas se han levantado en pie de guerra contra algunas acciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, liderado por José Luis Martínez-Almeida, el pasado domingo y en aras de la multitudinaria manifestación que recorrió las calles de la ciudad en defensa de la sanidad pública reuniendo a más de 670.000 personas, según los organizadores.

Los profesionales apuntan en dos direcciones que califican como “falta de libertad de expresión” perpetrada por parte del Consistorio y hacia su trabajo. Por un lado, afean que las cámaras de tráfico del centro permanecieron apagadas durante toda la marcha “para que no se vieran las imágenes”, mientras que han permanecido encendidas en el día de hoy en el transcurso de la manifestación mínima de Transporte. Por otro, sostienen que se les negó el paso a la parte alta del edificio, desde donde se podía contemplar la protesta a vista de pájaro. En este sentido, exponen que no se les permitió el acceso a las zonas de Cibeles con sus equipos y que se vieron obligados a sacar fotos y grabar con el teléfono móvil.

Fuentes municipales consultadas por ElPlural.com explican que la terraza de la séptima planta se abre “en ocasiones puntuales” en las que, normalmente, hay un gran número de peticiones. Las personas preguntadas por este medio se refieren a casos concretos en los que esto ha sido así “previa acreditación porque se necesita un protocolo de seguridad y personal que les acompañe”, como el 8M, el Orgullo LGTBIQ+ o la cabalgata de Reyes: “Sin ir más lejos, hace tres semanas no se abrió con motivo de la fiesta de la trashumancia”.

En lo que tiene que ver con el acceso al mirador de pago, se trata de un lugar “exclusivo para visitantes”. “De acuerdo al protocolo de autorizaciones del centro, los medios de comunicación tienen que pedir permiso previamente con el fin de que, en un espacio tan estrecho, puedan realizar su labor de la mejor manera posible”. Con ello, confirman que las personas que accedieron ayer “previo pago de la entrada” lo pudieron hacer “con sus cámaras, pero no con otro material profesional como trípodes”.

Apagado de cámaras

En lo que respecta al apagado de cámaras, desde el equipo popular exponen que es una medida que se toma “habitualmente” por “motivos de seguridad” como preservar la identidad de las personas y que tiene que ver con la protección de datos. Asimismo, explican, “las imágenes no se emiten por internet en grandes eventos”.

“Otros casos en los que también se apagan de la web son en accidentes de tráfico o con asistencia de servicios de emergencia si hay heridos, fallecidos o si se está en actuación de emergencia en aquellas manifestaciones que por su previsible importancia pueden generar curiosidad por parte de la gente”, añaden las fuentes consultadas mientras apostillan que en “manifestaciones con menos afluencia las cámaras no apuntan directamente hacia la gente, sino al tráfico de alrededor”.

“Si ese extremo no es posible, se corta la salida, pero solo por internet, de las imágenes, por lo que se pueden seguir por el Centro de Gestión de Movilidad y en el CISEM”, aseguran.