La Comunidad de Madrid ha cambiado su protocolo de detección de casos de Covid-19 inesperadamente. A partir de ahora, quienes den positivo en un test de antígenos de una farmacia no podrán realizarse una PCR porque el primer resultado ya será tomado como "verdadero", tal y como ha confirmado la Consejería de Sanidad regional este martes.

De este modo, la persona infectada tan solo tendrá que ponerse en contacto con el teléfono 900 102 112, no con su centro de salud de correspondencia y, después, proceder a cumplir la cuarentena de 10 días recomendada por las autoridades sanitarias.

Tan solo si la sintomatología del paciente supera una fiebre de más de 38 grados o presenta dificultades para respirar, se deberá poner en contacto con su médico.

Por otro lado, en relación con los contactos estrechos, no tendrán obligación de autoaislarse, aunque sí se recomienda “reducir las salidas a las esenciales”. Si estas personas deben continuar acudiendo a sus respectivos puestos de trabajo, deberán llevar siempre puesta la mascarilla y evitar reuniones que impliquen "desayunos o comidas".

Para aquellas personas no vacunadas aún, la Consejería de Sanidad puntualiza que deben contactar con su centro para someterse a una prueba diagnóstica, autoaislamiento y vigilar la aparición de síntomas compatibles con el virus.

 

Ayuso carga contra los centros de salud: "De repente, no hay médicos"

Estos cambios de protocolo se producen después de unos días de caos en la Comunidad, debido a las largas colas que se han ido produciendo en distintos barrios de la capital para solicitar una PCR al dar positivo en un test de autodiagnóstico, así como el temporal desabastecimiento de estos mismos test en todas las farmacias de la región, los cuales volverán a reponerse este miércoles y cada madrileño podrá recoger uno de forma gratuita.

En una entrevista este martes en el programa de Federico Jiménez Losantos, Isabel Díaz Ayuso, en alusión a la situación de esta última semana, ha señalado la situación de los centros de atención primaria, aunque ha culpado a los profesionales de dichos colapsos: “Los ciudadanos no tienen que estar esperando y en algunos no cogen el teléfono, se cuelgan o de repente no hay médicos. Lo vamos a investigar”, defendía.