No corren buenos tiempos para la política española, en general, y para la gallega, en particular. Hablando del Estado el problema se encuentra en la actitud beligerante del principal partido de la oposición al que se suma la ultraderecha, frente al Gobierno en torno a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Se da la circunstancia de que, incluso el Embajador de Francia en España, Jean-Michel Casa, sin entrar en de forma explícita en consideraciones acerca del papel de los ‘populares’, sí ha calificado como “raro" el mantenido por el PP en las instituciones europeas.

En el caso de la gallega, con las elecciones a menos de un mes, el aspirante a la reelección no abandona el aire de moderación que le diferencia de su líder en Madrid, Pablo Casado. Sin embargo, da la impresión de que ese ‘trabajo sucio’ o 'labor oscura' ya lo realizan otros, lo que propicia que Alberto Núñez Feijóo siempre, o casi siempre, salga indemne.

El casi tiene que ver con episodios como el que se ha conocido hoy mismo y que está relacionado con una denuncia planteada por el Bloque Nacionalista Galego ante la Junta Electoral.

Los hechos se refieren a la queja planteada por esta formación por el trato desigual ofrecido por la Televisión de Galicia a su candidata, Ana Pontón. En concreto, en el escrito elevado a la Junta se denunciaba que, el medio público, “silencia” a Pontón en sus informaciones en los espacios de noticias. Según el BNG, con esta estrategia el PP “intenta anular al contrario y para eso no duda en quitarle la voz”, en este caso a la candidata nacionalista.

La alusión está relacionada con que, durante varios días, a la “escasa información” que se ofrece en los informativos de la TVG de esta formación, se sumó la circunstancia de que la misma se componía de imagen y una voz en off, sin que se ofreciesen las declaraciones de Ana Pontón.

Más que Franco en el NO-DO

Este martes, la Junta Electoral ha dado la razón al BNG en su denuncia y da un ‘tirón de orejas’ al medio público gallego. En concreto, este organismo pone en entredicho esta forma de proceder de la televisión pública señalando que debe “respetar la neutralidad informativa también en el período electoral previo al inicio de la campaña electoral”.

No es la primera vez que la TVG se sitúa en el centro de la controversia política, algo que, incluso, ha sido denunciado en varias ocasiones por parte de sus trabajadores. A raíz de lo ocurrido con Ana Pontón, desde su coalición han recordado que el control por parte del PP de los medios públicos gallegos para convertirlos en “una terminal de propaganda” ‘popular’ es algo que, tal y como dicen, se ha puesto de manifiesto a lo largo de estos once años.

No obstante, tal y como recordó la diputada nacionalista, Montse Prado, hace unos días esa labor de propaganda se acentúa ahora “hasta la náusea” cuando durante la pandemia el conjunto de los gallegos “que pagamos la CRTVG tuvimos que soportar más de 40 comparecencias televisadas” de Núñez Feijóo. Prado las llega a calificar de “40 mítines encubiertos” en horario de máxima audiencia “superando 40 horas de pantalla con más de 2.400 minutos”. "Ni siquiera Franco salía tanto en el NO-DO como Feijóo en la TVG”, concluyó la parlamentaria del BNG.

Desde la dirección de al Televisión de Galicia han anunciado ya que recurrirán la decisión de la Junta Electoral.