El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha decidido distanciarse de la posición del PP impuesta por Isabel Díaz Ayuso en cuanto al real decreto aprobado hace una semana de ahorro energético. Desde un primer momento, el dirigente ha buscado alejarse de la polémica y la tesis populista del "Madrid no se apaga". Si desde el primer día su equipo aseguraba que "las normas se cumplen", ahora ha afirmado en una entrevista en EFE que huye de la batalla judicial iniciada por su homóloga en la Comunidad de Madrid.

"No soy partidario de una batalla judicial. Hay tiempo para que el Gobierno reaccione, vuelva al diálogo y negocie con las autonomías y con los sectores afectados", ha expresado al respecto sin caer en los diferentes bulos lanzados primero desde la Puerta del Sol y luego desde Génova 13.

A pesar de haber monopolizado la postura del PP y desdibujado a Feijóo, Moreno Bonilla ha explicado que no cree que Ayuso esté "marcando el paso" político en el PP. "Entiende", sin desacreditar a su compañera, que cada comunidad tenga sus "singularidades" y sus "intereses" y que el decreto afecta "más a unas autonomías, caso de Madrid, que a otras".

"Feijóo, desdibujado"

Con estas palabras, el popular parece haber echado un capote al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que se ha convertido en el blanco de las críticas de la izquierda por su falta de liderazgo. El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha situado al Partido Popular en un "extremismo verbal impropio" de su trayectoria, algo que achaca a la polarización de la política, y sostiene que el "no a todo" es más "perjudicial" para el funcionamiento de la democracia que la fragmentación política.

"Porque no basta con pregonar sentido de Estado", ha subraya el ministro de Presidencia, recalcando que debe actuarse "conforme a esa obligación", tanto si se gobierna como si se está en la oposición.

En un artículo en la revista Temas, que dirige el sociólogo socialista José Félix Tezanos, también presidente del CIS, el titular de Presidencia rechaza que la fragmentación del Parlamento se presente como un fenómeno negativo o como una cuestión de aritmética, y cree que la posibilidad de lograr acuerdos forma parte de la "riqueza del sistema democrático”.

Lo cierto es que el Gobierno persiste en su estrategia de estrechar el cerco sobe Alberto Núñez Feijóo. La figura de Isabel Díaz Ayuso ha permitido a los socialistas seguir un argumentario similar al que utilizaron con Pablo Casado, cuestionando constantemente quién es la autoridad máxima en el Partido Popular, si el gallego o la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Así lo han verbalizado pesos pesados del Ejecutivo, desde la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, hasta el responsable de Presidencia. Precisamente Félix Bolaños ha interpelado directamente a Feijóo si cree estar en condiciones de “decidir cuál es la posición” del Partido Popular en lo relativo al plan del ahorro energético o si, en cambio, “se lo tiene que preguntar a quién manda (Ayuso)”.

En su visita las obras de la línea de alta velocidad Murcia-Almería, el ministro de Presidencia ha reclamado “unidad” frente a la agresión de Putin a Ucrania, argumentando que el decreto energético implica una “respuesta conjunta” a una amenaza “exterior” y al ahorro del ciudadano.

“Europa está respondiendo unida. España también tiene que hacerlo”, ha expuesto Bolaños, quien, enmarcado en la estrategia de respuesta al ‘no es no’ del PP, ha ironizado con los argumentos vagos, a su juicio, de los conservadores. “Los españoles merecen nivel y que sus representantes se lean los decretos antes de opinar”, ha sentenciado.

En lo relativo al recurso de inconstitucionalidad que prepara la Comunidad de Madrid, Bolaños ha augurado mucho “trabajo” a los abogados del Ejecutivo regional para levantar la “colección de mentiras que se han dicho” y moldearlas en un escrito que “no haga enrojecer” a Ayuso.