La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha afirmado este lunes que, cuando entren en vigor las medidas del real decreto de ahorro energético, "los únicos escaparates de Europa que estarán apagados serán los de España". Una afirmación rotundamente falsa con la que la líder regional busca confrontar de nuevo contra el Gobierno después de la reunión mantenida este lunes entre comunidades y Gobierno.

"Mañana por la noche, los únicos escaparates de Europa que estarán apagados serán los de España. El decreto va contra el comercio, el turismo y la sensación de seguridad. Una imposición sin diálogo que no mide su impacto económico e invade competencias. Lo recurrimos al TC", ha expresado al respecto Ayuso anunciando que su Gobierno elevará un escrito de inconstitucionalidad porque entienden que las medidas del decreto invaden competencias autonómicas al considerar que se está "poniendo en cuestión las competencias propias" de la Comunidad, en concreto, las ligadas al comercio.

Sin embargo, y a pesar de las insistencia de la presidenta, es rotundamente falso que España sea el único país en el que se vayan a apagar los escaparates. Sin ir más lejos, Francia aprobaba hace unas semanas, incluso antes que España, los escaparates sin luz, bajar la calefacción y obligar a poner el lavavajillas en modo económico para bajar la factura energética del país hasta en un 10 % con vigencia hasta 2024. Paralelamente a la labor de concienciación ciudadana, el Gobierno galo ha apostado en su plan con imponer un régimen sancionador a las superficies comerciales que incumplan las nuevas normas de austeridad energética. "Basta dar una vuelta por el centro de París y comprobar cómo los comercios son laxos respecto a las normas de economía de energía", indicaba hace unos días el Ministerio de Transición Ecológica francés.

Alemania ya recomendaba desde antes esta medida y ahora la aplica de manera obligatoria en algunas ciudades. Incluso van un paso más allá apagando monumentos públicos, fuentes e imponer duchas frías en piscinas municipales y pabellones deportivos, tal y como ocurre en Hannover.

Por su parte, en Berlín cerca de 200 monumentos históricos y edificios públicos también se apagan para intentar ahorrar energía. A diferencia de en España, donde los monumentos permanecen encendidos, lugares tan emblemáticos como Columna de la Victoria en el parque Tiergarten, el Museo Judío o la Iglesia Memorial en Breitscheidplatz pasan la noche a oscuras. La última en sumarse será Múnich, cuyas medidas incluyen apagar las luces de su ayuntamiento en Marienplatz

Una medida que ya era obligatoria en Francia desde 2013

A pesar del carácter excepcional de esta medida, lo cierto es que desde 2013 es obligatorio apagar las luces de las tiendas entre la 1 y las 6 de la mañana. En su defecto, aquellos comercios que tengan las luces encendidas deberán pagar una sanción de 750 euros. Cuando se anunció, el objetivo inicial del gobierno galo fue intentar ahorrar unas 250.000 toneladas de CO2, el equivalente a lo que consumen unos 750.000 hogares al año.

La aplicación a la práctica fue poco extendida, ya que aplicaba a ciudades con población con menos de 800.000 habitantes, aunque se planea ampliarlo de manera generalizada al conjunto del país. Paralelamente, y en solidaridad con el esfuerzo que se realiza desde toda Europa, muchas ciudades están apagando sus monumentos.