El fuego asola Castilla y León en una semana en la que la meseta sufre ausencia de humedad, tormentas secas y temperaturas que baten récords en la mayoría de las provincias, un escenario de pesadilla para los bomberos forestales y resto de personal del operativo de la Junta, a los que echan mano medios del Estado y de tres comunidades autónomas.

El parte de incendios de la Consejería de Medio Ambiente de la mañana del jueves contabilizaba diez fuegos, 3 activos y 7 controlados, además de otros 8 recién extinguidos, en total, 18 en la jornada del miércoles, a los que hoy se han ido sumando múltiples nuevos focos, en una suerte de infierno en el que sólo se escucha "no damos abasto".

En la tarde del jueves han comenzado a tomar entidad un nuevo incendio en Castronuño (provincia de Valladolid), que fue declarado Nivel 2 sobre las seis de la tarde porque cortaba la vía férrea, otro en Morales del Rey (Zamora), un tercero en San Miguel de Bernuy (Segovia), y han estallado otros tantos en Burgos, Segovia, las provincias zamorana, leonesa y salmantina (Albaina, Dehesa Mayor, Otero de Bodas, Cuellar, Villalbos, Fuentes de Oñoro, Arganza, Rioseco de Tapia y un largo etcétera), con mayor o menor fuerza, pero en todo caso, destructivos con la naturaleza y apretando a un operativo ya saturado.

El epicentro, en Salamanca, más de 3.000 hectáreas

Pero el epicentro continúa en la provincia de Salamanca, y especialmente en el fuego de Monsagro, que esta tarde ha alcanzado uno de los más hermosos espacios naturales de la Comunidad Autónoma: Las Batuecas.

Después de 48 horas sin actualizar la estimación de hectáreas afectadas por los dos incendios que continúan activos, la Junta de Castilla y León ha cifrado en alrededor de 3.000 las que han arrasado ya los focos de Monsagro (el fuego que se extendió desde Extremadura la noche del lunes), y Candelario, tras tres días de intensa lucha contra las llamas e insoportable calor seco, que mantiene a la provincia en el Nivel 2 de gravedad.

Esta mañana de jueves, al tiempo que el portavoz de la Junta, Carlos Fernández-Carriedo, ofrecía los datos de 2.500 hectáreas en el incendio más grande, el de Monsagro, y 800 más en el de Candelario, -en total, por tanto, 3.300-, la cuenta de Twitter de la Consejería de Medio Ambiente de su compañero Juan Carlos Suárez-Quiñones facilitaba otros inferiores: 2.100 en el primer fuego y algo más de 700 hectáreas en el segundo, es decir, 2.800.

Sin embargo, parece que la evolución de esas cifras dista de estar cerrada. El incendio de Monsagro, cuya cabeza llegó a controlarse durante la mañana, continuó reproduciéndose por distintos flancos por la tarde y alumbró dos "focos secundarios", según informaba la Junta en torno a las 18 horas, que comenzaron a quemar el impresionante Parque Natural de Las Batuecas.

Desalojado el Monasterio de las Batuecas

Sea como fuere, lo cierto es que ambos incendios se resisten a los titánicos esfuerzos de los medios desplazados, especialmente este último, que sobre las 16:00 horas obligó a desalojar el Monasterio de las Batuecas, ocupado por la Orden de los Carmelitas Descalzos, en el término municipal de La Alberca, localidad en la que se realojó a diez personas.

Por la mañana, el otro incendio, que también comenzó el lunes, en Candelario, había obligado a desalojar un campamento con 50 niños y 11 monitores, debido al intenso humo, que fueron desplazados a un albergue de Béjar.

Los habitantes de Monsagro, el municipio que fue desalojado el martes por la cercanía de las llamas y cuyos vecinos fueron trasladados a Ciudad Rodrigo, continúan sin poder regresar a sus casas.

Apoyo externo

A primera hora de la mañana, según el parte de Medio Ambiente de la Junta, en el incendio de Candelario trabajaban 5 técnicos, 9 agentes medioambientales, 5 helicópteros, (uno de ellos de Extremadura), más un Hotel, tres aviones anfibios (Matacán, Talavera y Zaragoza), 3 ELIF, 2 Brigadas de Refuerzo (BRIF) del Ministerio para la Transición Ecológica, 6 autobombas, 8 cuadrillas de tierra y 1 UMAP (Unidad Móvil de Análisis y Planificación del MITECO).

En Monsagro, de acuerdo con la misma fuente, el despliegue era impactante. La Junta contabilizaba allí, entre medios propios y ajenos, un puesto de mando avanzado, 9 técnicos, 23 agentes medioambientales, un Hotel, 13 helicópteros (varios del Ministerio, entre ellos, algunos llegados desde Extremadura y Galicia), dos aviones anfibios de Matacán y Torrejón, dos aviones de carga en tierra (uno de ellos de Castilla-La Mancha), otro avión de coordinación, 6 ELIF, 2 BRIF del MITECO, 10 bulldozer, 6 autobombas, 3 cuadrillas nocturnas y 11 cuadrillas de tierra.

A esa inmensa lista de medios contra el fuego había que sumar un equipo técnico de Castilla-La Mancha y una unidad de intervención de la Unidad Militar de Emergencias del Ministerio de Defensa, que en total, según informó la Delegación del Gobierno, había desplazado al incendio a más de 200 militares.

A última hora de la tarde, los Bomberos Forales de Álava llegaron a apoyar la extinción del incendio de Albaina, en Burgos.

Quejas y cuatro heridos

A pesar del apoyo externo, los colectivos forestales que afrontan los incendios desde la infraestructura propia de la Junta de Castilla y León han "tomado" las redes sociales en los últimos días, regándolas de quejas por las condiciones en las que trabajan.

Tanto las cuentas en Twitter de sindicatos, colectivos y asociaciones de bomberos forestales y agentes medioambientales, @INFOCYL, @APAMCYL, @BBFFLuchaCyL, como miembros de cuadrillas o vigilantes de torres a título particular, afirman que el operativo, a pesar de la ola de calor, de que el calendario ya ha llegado a mediados de julio, y de que estamos, oficialmente, en época de Peligro Alto, sigue sin estar activado al completo.

En esas críticas, los trabajadores forestales se han visto secundados estos días por el líder de los socialistas en Castilla y León, Luis Tudanca, que, además de reiterar su preocupación por la evolución de los incendios y las condiciones de trabajo que denuncian los bomberos, ha afirmado que el operativo sigue sin estar al cien por cien, lo que considera "gravemente irresponsable".

El secretario general del PSOE añadió que el consejero Suárez Quiñones lleva más de lo debido en el cargo que ocupa, y que "la Junta de Castilla y León no da la importancia que tiene a nuestro patrimonio natural ni al riesgo al que está sometiendo a nuestro territorio".

Los forestales se vienen quejando durante toda la semana de las carencias del avituallamiento en el trabajo, la escasez de comida y, sobre todo, de agua suficiente para soportar las larguísimas horas delante de las llamas en un terreno hostil con temperaturas que rondan los 40 grados durante esta ola de calor, algo que achacan a la "inexistencia del Grupo Logístico y de Apoyo" que recoge el documento de INFOCAL, pero que "sólo está en el papel".

Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, sin embargo, aseguran que esa tarea la desempeñan Protección Civil y Cruz Roja que, afirman, "forman parte del operativo".

Pero las quejas de los bomberos van más allá. En conversación con elPlural.com, varios de los efectivos de distintas categorías profesionales afirman que en diversas  torres de vigilancia de varias provincias, desde que comenzó la época de Peligro Alto hay una sola persona, que no tiene "contraturno", es decir, que si en lugar de dos vigilantes sólo hay uno, y en la torre trabaja solo un vigilante al día, 7 de cada 14 días, en la torre no hay nadie.

Afirman, de igual forma, que hay camiones a los que les falta el conductor, o bien el manguerista, de modo que no pueden salir al incendio con cualquiera de ambas ausencias.

Asimismo, subrayan que en la parte subcontratada del operativo faltan aún cuadrillas enteras por incorporarse, de modo que muchos bomberos están haciendo turnos de hasta doce y veinte horas al día, porque no hay relevos que ocupen su puesto.

El fuego en Salamanca contabiliza, además, hasta ahora, cuatro heridos, afortunadamente, de poca gravedad, entre los trabajadores forestales. El martes, un agente medioambiental sufrió un golpe de calor del que tuvo que ser atendido, y dos bomberos tuvieron problemas respiratorios a causa del humo. Este jueves, un efectivo de la Diputación de Salamanca sufrió un corte tras una caída del que fue atendido en La Alberca.