Juan García-Gallardo ya generó polémica en el momento en el que se anunció su candidatura para las elecciones de Castilla y León. Vox consiguió entrar en Castilla y León tras alcanzar un acuerdo con el PP de Alfonso Fernández Mañueco, siendo así el primer Ejecutivo con la ultraderecha en su seno desde la Transición. Sabidos son los ideales de la extrema derecha en lo que, a feminismo, violencia de género, memoria histórica o colectivo LGTBI se refiere. Tras tomar posesión como vicepresidente, aunque sin cartera, García-Gallardo ha vuelto a pronunciar otras polémicas declaraciones.

“Las mujeres, por pura dificultad física, inherente a la maternidad, y a la función social que han tenido en la historia, ha costado que lleguen a puestos de responsabilidad”, ha tratado de explicar el ultra para responder a por qué las mujeres han tenido más difícil acceder a puestos de responsabilidad a lo largo de la historia. De esta forma, el vicepresidente de la Junta considera que los problemas que han dejado a la mujer en un segundo plano son la dificultad física y su función social.

Estas palabras las ha pronunciado para elogiar a una mujer, a la nueva viceconsejera de Acción Cultural del Ejecutivo regional, Mar Sancho. Además, se ha referido a Sancho como una mujer que “nunca ha necesitado de ningún feminismo radical ni de ningún altavoz para conseguir lo que ha conseguido”. No en vano ha pronunciado estas palabras, ya que ha terminado cargando contra el feminismo, lo que él considera “feminismo radical”. “En España, desde hace muchos años, existe una igualdad formal y legal entre hombres y mujeres, pero es cierto que las mujeres, por pura dificultad física, inherente maternidad, y a la función social que han tenido en la historia, ha costado que lleguen a puestos de responsabilidad”, ha incidido.

“No ha tenido que renunciar a la feminidad ni a sus ideas para romper ese techo de cristal”, ha añadido, resaltando también que no ha necesitado “que nadie le ayude para llegar a lo más alto a pesar de las dificultades inherentes a ser mujer”.

Gobierno con la marca Vox

La cúpula de la Junta de Castilla y León, tras el acuerdo entre PP y Vox, ha pasado a estar liderada por el presidente, Fernández Mañueco, y por Juan García-Gallardo, de Vox, como vicepresidente. Por primera vez en la historia de la Junta, el vicepresidente no tiene ni consejería ni portavocía, y el Gobierno ha sido formado con una clara marca Vox: amplia minoría de mujeres frente a hombres. Las tres consejerías que sustenta la ultraderecha han sido ocupadas solo por hombres: Mariano Veganzones (consejero de Industria, Comercio y Empleo), Gerardo Dueñas (consejero de Agricultura) y Gonzalo Santonja (consejero de Cultura y Turismo).

Es por la parte del PP por la que han entrado las mujeres en el Gobierno autonómico, aunque también en clara minoría. Mañueco ha hecho pocos cambios respecto a la legislatura anterior. Jesús Julio Carnero ha pasado a la Consejería de la Presidencia ya que la de Agricultura ha sido cedida a las manos de Vox. Ángel Ibáñez, anterior consejero de Presidencia, ha pasado a la viceportavocía del Grupo Parlamentario Popular y, tal como adelantaba el presidente, también desempeñará “responsabilidades en las próximas elecciones municipales y autonómicos” de mayo de 2023, aunque ha precisado que “en Castilla y León serán municipales”.

Juan Carlos Suárez Quiñones, anterior consejero de Fomento, ha pasado a cargo de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Carlos Fernández ha continuado al mando de la Consejería de Economía, al igual que Alejandro Vázquez de Sanidad. Las tres mujeres que han entrado al frente de las consejerías son María González Corral, Isabel Blanco y Rocío Lucas. Ellas pasan a dirigir la nueva Consejería de Movilidad y Transformación Digital, Familia e Igualdad de Oportunidades y Educación, respectivamente.