El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, sigue sin pedir perdón por los insultos vertidos sobre la procuradora del PSOE Noelia Frutos. El número dos de Alfonso Fernández-Mañueco insiste en hablar de “manipulación” por parte de los medios de comunicación y considera que no hay “nada que disculpar”.

"Las palabras se han sacado de contexto y desde luego me ratifico en ellas", ha defendido el líder regional de Vox en la comunidad autónoma, que ha sido protagonista durante la semana, por esta y otras declaraciones cuanto menos controvertidas.

El diputado ultraderechista se mantiene en sus trece y, lejos de proceder a una disculpa sostiene que la política socialista le pidió “que no le tratara con paternalismo” y “profirió una serie de insultos” contra él. Con ello, Gallardo mantiene que “lo único” que hizo fue “atender a su petición” y por eso comenzó diciendo “que le iba a tratar como a cualquier otra procuradora de las Cortes sin ninguna otra cuestión distinta”.

En esa línea, subraya que los procuradores “deben tratarse de tú a tú”. “Es la forma de respeto de unos a otros y no voy a tratar a ninguno con condescendencia, independientemente del motivo", ha manifestado desde Soria, donde ha acudido a la entrega de premios de la Federación de Organizaciones Empresariales de Soria (FOES).

“Es el PSOE el que debe disculparse”

La persona que es mano derecha del popular en las Cortes, ha respondido igualmente al secretario general del PSOE en CyL, Luis Tudanca, quien también le pidió unas disculpas para la compañera de partido: “Es el PSOE el que debe disculparse porque han instrumentalizado a la señora Frutos y deliberadamente ha creado esta polémica".

El presidente de la Junta sí ha pedido perdón, aunque no se ha referido directamente a las palabras de Gallardo. Así, si bien es cierto que pidió perdón “si alguna persona se ha sentido ofendida” por cualquier cosa que haya hecho el Gobierno instó a “preguntarle a él (Gallardo)”.

Desde la cúpula del partido, el líder del mismo, Alberto Núñez Feijóo, se ha limitado a sostener que su objetivo “no es hacer de comentarista” y que este tipo de declaraciones “no merecen” más reacciones.